Asturiana de Zinc abre las puertas de su archivo histórico en el antiguo laboratorio de Arnao con una retrospectiva
Arnao, Inés MONTESLas III Jornadas de puertas abiertas del archivo histórico de Asturiana de Zinc (AZSA) están dedicadas a la evolución que experimentó la empresa durante más de un siglo en cuanto al transporte, tanto en el interior de las minas y la fábrica como el de los trabajadores o los utilizados para las mercancías. La exposición arrancó ayer en el antiguo laboratorio de AZSA en Arnao y puede visitarse hasta el viernes inclusive, de diez de la mañana a dos de la tarde. La entrada es gratuita.
«La exposición está articulada en cuatro apartados: transporte por vía férrea, marítimo, de personas y en el interior de la mina y de la fábrica. Hay dos mesas dedicadas a cada uno de esos apartados, una con documentos y fotos del siglo XIX y otra del XX», explicó Alfonso García, responsable del archivo histórico de AZSA.
Dicho archivo de la empresa acoge 3.500 libros de contabilidad y correspondencia, 10.000 libros, 2.300 planos y 2.000 cajas archivadoras. La mayoría de los documentos son de la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM), que abrió en Arnao hace 175 años y que en 1979 fue adquirida por AZSA. «En la exposición puede verse un libro en el que se recoge el apunte más antiguo que se conoce en España de la compra de raíles para el interior de la mina y que data de 1836», explicó García. Los raíles eran para las vagonetas que se movían con la ayuda de bueyes y mulas y más tarde con una máquina fija de vapor. Las mercancías se transportaban en tren, barco o camión. Los trabajadores llegaban a la fábrica de Arnao andando, a veces varios kilómetros. Luego se usó la bicicleta o el tranvía hasta que se popularizó el uso del coche.
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