viernes, 10 de junio de 2011

El zoo de la ría

Tres delfines avistados a la altura de la antigua rula se convirtieron ayer en la atracción matinal del estuario, antes frecuentado por diversos cetáceos

F. L. JIMÉNEZ

La presencia ayer al mediodía de tres delfines en aguas de la ría de Avilés generó gran expectación entre las personas que en ese momento se encontraban en las proximidades de la antigua rula, que fue el punto hasta donde llegaron los cetáceos y el lugar en el que regalaron a los espectadores varios brincos y cabriolas. Según la descripción que hizo de los animales un testigo presencial todo parece apuntar a que trataba de una pareja de delfines mulares con una cría; esta especie tiene un tamaño mayor que los delfines comunes y listados y un característico color gris oscuro.

Si bien de vez en cuando los delfines se aventuran a entrar en el canal de acceso a la ría persiguiendo a sus presas no suelen subir más arriba de la curva de Pachico, si bien Luis Laria, director de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma) asegura que alguno ha sido avistado cerca del azud del puente de San Sebastián, a los pies del Niemeyer. En este caso, los delfines juguetearon durante varios minutos cerca de la fábrica de hielo de la rula antigua y después regresaron al mar.

«En esta época abundan los cardúmenes de pescado menudo cerca de la costa (sardina, bocarte....) y es probable que los delfines entraran en la ría siguiendo su rastro», explica Luis Laria. El veterano pescador avilesino Jesús Galindo corrobora esa teoría, y añade que la presencia de delfines cerca de la costa avilesina ha dejado de ser una rareza: «Hay muchísimos, más de los que quisiéramos los pescadores porque comen cada día entre un 15 y un 20 por ciento de su peso corporal en pescado, unos peces que ya no irán a parar a nuestras redes».
Delfines mulares en aguas del Cañón de Avilés.
Desde el punto de vista ambiental, la presencia de delfines en las aguas de Avilés no es tan indicativa de pureza del agua como cuando se avistan nutrias -un animal mucho más exigente con la calidad del agua que los delfines- pero sí que denota que se cumplen unos mínimos. «Los jóvenes no lo vieron, pero en la ría de Avilés era frecuente que entrasen todo tipo de cetáceos, incluso hasta calderones se tienen vistos por la zona», relata Galindo. El animal marino más famoso de cuantos fueron avistados en el estuario avilesino en los últimos años fue la foca que en la década de los años cincuenta del pasado siglo se tomó como presagio de prosperidad al coincidir su presencia en la ciudad con el anuncio de la construcción de Ensidesa; de hecho Avilés le dedicó una escultura que puede verse en el parque del Muelle.

miércoles, 8 de junio de 2011

Un «panal» para las mascotas

 El albergue para animales de la comarca se ubicará en unas antiguas naves de Rumasa situadas en las inmediaciones de La Braña


Piedras Blancas,

Inés MONTES

La abeja contenida en una celda, símbolo de laboriosidad, ya hace años que voló de las naves que en su día gestionó Rumasa en las inmediaciones de La Braña y en las que había una granja de cerdos. Los almacenes desvencijados tras décadas de abandono podrían ser rescatados por el Ayuntamiento de Castrillón para ser utilizados como albergue de animales. El consorcio Costa Norte del que forman parte los ayuntamientos de Castrillón, Muros de Nalón, Soto del Barco, Gozón y Carreño, junto con los municipios de Avilés, Corvera, Illas y Pravia, llevan años buscando una ubicación idónea para una perrera mancomunada y las conocidas popularmente como «naves de la abejita», puede ser la solución.
Antiguas naves de Rumasa próximas a La Braña.
La semana pasada la alcaldesa en funciones de Castrillón, Ángela Vallina (IU), avanzaba que el proyecto del albergue estaba muy avanzado. «Solo quedan algunos flecos y los vecinos más próximos a las naves que se utilizarán para el albergue, ya tienen conocimiento del proyecto y están de acuerdo». Vallina indicó que la ubicación de la perrera sería en la zona rural de Castrillón. Según explicaron concejales castrillonenses a este periódico «la ubicación más probable son las naves de la abejita».

Los ayuntamientos de la comarca llevan más de 20 años buscando una ubicación para el albergue de animales desde que hace una década se cerraron las naves de El Espartal que gestionaba la protectora «La Xana». Desde entonces y hasta hace unas semanas, los ayuntamientos tenían contratada la recogida de perros vagabundos con la empresa «El Xelán». Un servicio que anualmente les costaba a los municipios un total de 100.000 euros.

El Ayuntamiento de Avilés redactó en el año 2006 un proyecto para construir un albergue de animales en una parcela del polígono de Las Arobias. El presupuesto rondaba los 130.000 euros pero los terrenos no se consiguieron por lo que se buscaron otros en Valliniello. De nuevo el proyecto se paralizó.

martes, 7 de junio de 2011

«El día no estaba para volar»

Experimentados pilotos asturianos aficionados a la aviación deportiva inciden en los peligros que encierra el clima regional para disfrutar de su pasión

Oviedo, María José IGLESIAS

El cielo asturiano es «muy particular» y requiere precauciones extremas para alzar el vuelo. Lo dicen aficionados a la aviación deportiva, como los que ayer fallecieron, y lo corroboran hechos como el accidente registrado ayer en el aeropuerto de Asturias, en el que perdieron la vida los cuatro tripulantes de dos aeronaves de matrícula polaca.

Ángel Reinares, presidente del aeroclub Águila, y José Murias, directivo del Aeroclub Llanera y director de la autoescuela Iberia, donde decenas de asturianos han aprendido a pilotar, señalan que «volar» una avioneta es una tarea compleja en cualquier circunstancia, pero más en Asturias, donde quienes se dedican a la aviación deportiva -hay más de sesenta inscritos en los tres aeroclubs de la región- toman todo tipo de precauciones antes de encender los motores.

Murias, que tiene entre sus alumnos al piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso, corrobora que la niebla, que impide la visibilidad, es la eterna cruz que arrastran los aficionados y también los pilotos comerciales, aunque en menor medida.

La mejor prueba de que toda precaución es poca estriba en que ayer ningún aparato despegó de La Morgal, sede de los aeroclubs Águila, Llanera y Principado de Asturias. «El día no estaba para volar, se veía claro», señala Murias.

Entre las precauciones que deben tomar los pilotos a la hora de diseñar un plan de vuelo figura como obligatorio marcar un aeropuerto de aterrizaje alternativo y llevar suficiente combustible para hacer frente a eventualidades, indican expertos con miles de horas de vuelo a sus espaldas.

Consideran que tal como estaban ayer las condiciones meteorológicas, con una intensa niebla, para tomar tierra con éxito habría sido necesario que los aviones fuesen equipados con todos los instrumentos de vuelo. «Y con un piloto plenamente capacitado para abordar una operación de envergadura», indica Reinares.

Y aun dándose esas circunstancias, asegura que ayer no se hubiese aventurado. «Ya he ido a varios entierros de compañeros y he tenido algún susto, toda prudencia es poca», comenta Murias. A su juicio, el cielo asturiano estaba ayer para pasar a mucha altura, sobrevolando las nubes. «Para eso hay que tener también la capacitación precisa». Los aviones siniestrados, un Cirrus SR-22 y un Cessna Skyline 182 T, ambos americanos, deberían hacer estado equipados para acometer dificultades. «Son buenos aparatos, que cuestan unos 600.000 euros». Además, el Cirrus lleva paracaídas. «Me da la impresión de que los pilotos perdieron el control por la falta de visibilidad y se pusieron muy nerviosos», señala. Reinares, que como Murias ha aterrizado en el aeropuerto de Asturias en numerosas ocasiones, cuenta que a lo largo de su «vida aérea» ha tenido varios percances. «La verdad es que se pasa fatal, me imagino lo que habrán sufrido nuestros compañeros polacos, tuvo que ser horrible». A ambos se les viene a la mente algo que se dice a menudo en el argot aeronáutico: «Prefiero estar en tierra y desear estar en el aire que estar en el aire y desear bajar a tierra». Reinares lamenta la pérdida de vidas humanas, pero matiza que la tragedia de ayer en el aeropuerto pudo haber sido mucho peor. «Una de las avionetas cayó a pocos metros de los depósitos de combustible, habría sido fatal», subraya que le relató un testigo que se encontraba en el aeródromo en el momento del accidente. A esa misma hora -las dos de la tarde- los miembros del aeroclub Águila ultimaban la venta de su avión (un Cessna comprado en Miami en el año 1994) a un club de Líbano. «La situación económica nos obliga a ello, volar es muy caro, unos 150 euros por hora, esperamos tiempos mejores», explican.

Bayas, la pista salvadora

En 1994 el piloto asturiano Emilio González, con dos jóvenes más, forzó un aterrizaje en el arenal que les salvó la vida

Oviedo, M. J. IGLESIAS

El trágico final del siniestro registrado ayer en el aeropuerto de Asturias, lo esquivó el 8 de julio de 1994, gracias a su pericia, el piloto y entonces instructor de vuelo en La Morgal, Emilio González, cuando se vio atrapado en la niebla a los mandos de su Pipper Cherokee, acompañado por David Mata y José Rodríguez, en aquellos momentos con 17 y 22 años respectivamente. Un aterrizaje forzoso en la improvisada pista del playón de Bayas les salvó la vida.La avioneta y dos de sus tripulantes, en el playón de Bayas tras el aterrizaje forzoso, el 8 de julio de 1994.
El vuelo era uno más de los que habitualmente realizaba entre La Morgal (Llanera) y el aeropuerto para repostar. Durante el vuelo sucedió algo no incluido en las previsiones meteorológicas y similar a lo que pudo haber pasado ayer. Una repentina bolsa de niebla cubrió la pista de aterrizaje impidiendo cualquier maniobra. Ante la adversidad climatológica el piloto voló en círculos sobre el aeropuerto 35 minutos, hasta que agotó casi todo el carburante. «Como nos quedábamos sin combustible decidí tomar tierra en la playa, consciente de que la arena es un terreno apto para ello», relató entonces. La decisión fue la acertada.

El aterrizaje se efectuó en sentido Este-Oeste, aprovechando la vasta planicie de arena. Técnicamente la maniobra fue perfecta. Al piloto no le llevó más de cien metros detener el aparato. En los trabajos de remolque de la avioneta participaron varios voluntarios y un tractor cedido por un vecino de Bayas, localidad castrillonense cercana al aeropuerto.

El aeropuerto supera su día más duro

La terminal cerró la jornada sin cancelaciones, aunque una docena de aviones registraron demoras de hasta dos horas, aceptadas con calma por el pasaje

AEROPUERTO DE ASTURIAS, A. P. G. / I. P. / J. A. O. El día más trágico en la historia de la terminal de Santiago del Monte no derivó en un caos aeroportuario. Aunque una docena de vuelos acumularon retrasos superiores a los veinte minutos -y uno de ellos tuvo que ser desviado inicialmente al aeropuerto de Santander- los primeros accidentes mortales en la terminal asturiana no impidieron que se cerrara el día sin cancelaciones. Eso sí, las demoras alcanzaron las dos horas de duración en tres vuelos de llegada y en otros dos de salida. Según precisó el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, que se reunió por la tarde con los responsables del aeropuerto y con los mandos del operativo de emergencias, la seguridad de los usuarios estuvo «totalmente garantizada» durante la jornada, incluso cuando los helicópteros del 112-Asturias sobrevolaron la zona en busca de una de las dos aeronaves siniestradas.

Los accidentes y el operativo de rescate puesto en marcha obligaron a cancelar la actividad en la pista de la terminal en dos ocasiones. La primera, en torno a las dos de la tarde, cuando se localizó a la primera avioneta siniestrada, junto a un edificio de la terminal que está dedicado a labores formativas y en el que no había nadie en el momento del impacto. La segunda paralización de la actividad se produjo varios minutos después, una vez que los helicópteros del 112-Asturias ocuparon el espacio aéreo de Santiago del Monte para buscar a la segunda avioneta, que se había estrellado en una zona escarpada y boscosa, de muy difícil acceso, ubicada entre la cabecera de la pista y el playón de Bayas.

La mayor parte del personal y de los usuarios que se encontraban en Santiago del Monte a eso de las dos de la tarde de ayer, momento en el que se registraron los accidentes, no se percataron de lo que había sucedido hasta que sonaron las alarmas. No hubo estruendos. «No se escuchó nada más que las sirenas de emergencia», señaló una trabajadora de la terminal. El director del aeropuerto, Carlos San Martín, que se encontraba en su despacho en el instante de los siniestros, también se dio cuenta de que algo pasaba por el ruido de las alarmas, una vez que una de las avionetas siniestradas impactó contra la torre de aire acondicionado del edificio de aulas y se precipitó sobre el suelo a escasos 50 metros de la torre de control. Marcos Barruos, un ciudadano dominicano que reside en Villaviciosa, y que esperaba el vuelo que fue desviado a Santander, tampoco se dio cuenta de lo que había pasado. Aunque molesto por la demora, reconocía en la sala de espera que «en un caso tan trágico como éste, con cuatro víctimas mortales, no nos vamos a quejar por tener que esperar un par de horas». Se trata de una opinión muy similar a la expresada por el mierense Héctor Fuente.
Un helicóptero, en la ladera en la que cayó una avioneta.
Quizás por ser conscientes de la gravedad de la situación, los usuarios afectados por los retrasos de ayer en Santiago del Monte no levantaron la voz para protestar. La impresión general en el aeropuerto durante la tarde era de normalidad, a no ser por el inusual despliegue de guardias civiles y de medios de comunicación. En un principio, el operativo de rescate estuvo integrado casi en su integridad por personal del aeropuerto. Después, cuando se localizó la segunda aeronave, se trasladaron a la zona 63 efectivos de la Guardia Civil, dos helicópteros del 112, bomberos de los parques de Avilés y de Pravia, y dos ambulancias.

El Aeropuerto de Asturias abre con normalidad tras una doble revisión de pista

La terminal ya opera con normalidad tras el doble accidente aéreo de ayer

El delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, ha declarado hoy en Avilés que el aeropuerto opera con normalidad tras efectuarse esta mañana una doble revisión de seguridad, después de que ayer dos avionetas sufrieran un accidente en el que fallecieron cuatro personas.

"Esta mañana se hizo una doble revisión de seguridad, antes de empezar el primer vuelo regular, y se pudo comprobar que el aeropuerto estaba en condiciones totalmente normales de operatividad y no está habiendo ningún retraso en los vuelos", ha puntualizado.

El delegado del Gobierno, que ha asistido en Avilés a una jornada organizada por UGT, ha indicado que continúa trabajando la comisión de investigación creada por el Ministerio de Fomento para esclarecer los motivos que han provocado el accidente mortal y que en las últimas horas ha seguido recogiendo muestras sobre el terreno.

En el plazo de dos semanas se ofrecerán unas primeras conclusiones, según ha confirmado Antonio Trevín, sobre las investigaciones en torno a este accidente que se cobró la vida de cuatro ciudadanos de nacionalidad polaca.

Por otra parte, fuentes de AENA han confirmado a Efe que la normalidad en el Aeropuerto es completa más allá de "pequeños" retrasos en algunos vuelos regulares "achacables a las compañías" y que no tienen relación con el accidente registrado ayer.

Los cadáveres de los cuatro fallecidos fueron trasladados al tanatorio de La Carriona en Avilés donde esta mañana han comenzado a realizárseles las autopsias y la Guardia Civil está en contacto con la Embajada de Polonia para llevar a cabo la repatriación de los cuerpos una vez que éstas se hayan llevado a cabo.

Hasta Asturias se han desplazado también los dos tripulantes de la tercera avioneta que viajaba junto a las siniestradas y que, tras conocer el pronóstico meteorológico, optó por aterrizar en el aeropuerto de Santander a los que la Guardia Civil pedirá información para intentar aclarar las causas del siniestro.

EFE

Cuatro polacos mueren al estrellarse dos avionetas en el aeropuerto y en un monte de Bayas

Las víctimas volaban en una excursión aérea de tres aeronaves procedentes de San Sebastián y con destino a Portugal - Uno de los pilotos optó por aterrizar en Santander tras saber que el tiempo era adverso por la torre de control asturiana











Aeropuerto de Asturias / Bayas, A. P. GIÓN /J. A. ORDÓÑEZ / I. PULIDO

La visibilidad era prácticamente nula a las dos de la tarde de ayer, cuando se registró el doble siniestro en las inmediaciones del aeropuerto de Asturias, como se aprecia en las fotos de la derecha. Las imágenes se tomaron apenas quince minutos después de que una avioneta se estrellase en Santiago del Monte, junto a la nave de Bomberos.

Cuatro hombres de nacionalidad polaca y con edades de entre 39 y 54 años perdieron ayer la vida al estrellarse las dos avionetas en las que viajaban en el aeropuerto de Asturias y en un monte de eucaliptos colindante con la cabecera de la pista y próximo al playón de Bayas. Las aeronaves habían despegado junto a una tercera avioneta del aeropuerto de San Sebastián a las doce y media con dos ocupantes cada una y se dirigían al aeródromo de Vilar da Luz, en las proximidades de Oporto (Portugal). Dos de ellas se estrellaron en el término municipal de Castrillón, por causas que se investigan, minutos antes de las dos de la tarde y sus ocupantes murieron en el acto. La tercera avioneta, en la que volaban un polaco y un alemán, aterrizó a las 14.57 horas en el aeropuerto de Santander. Cuando se produjo el doble siniestro estaba activado el protocolo de baja visibilidad en el aeropuerto de Asturias. En medios próximos a la investigación comunicaron que las malas condiciones meteorológicas pudieron ser determinantes en la tragedia.

Los fallecidos y los dos supervivientes estaban realizando un viaje por etapas que arrancó al otro lado de los Pirineos. Partieron de los aeropuertos franceses de Saint Yan-Chorolas Burgogne y de Moulins-Montbeugny el 4 de junio y ese mismo día aterrizaron en San Sebastián, según la información que maneja la Delegación del Gobierno. A las doce y media de ayer reanudaron el viaje en dirección a Vilar da Luz (Portugal), aunque tenían como destino alternativo el aeropuerto de Oporto. Cuando se encontraban volando entre Santander y Asturias, uno de los pilotos solicitó información sobre las condiciones meteorológicas asturianas y decidió regresar a Santander tras comunicárselo a sus compañeros. Los ocupantes de las otras dos aeronaves decidieron continuar viaje hacia Asturias. En las inmediaciones del aeródromo de Santiago del Monte encontraron la muerte.

Una de las avionetas, una Cessna Skyline 182 T con matrícula SP(Polonia)-CFM, se estrelló dentro del recinto aeroportuario mientras, presuntamente, intentaba aterrizar siguiendo un inusual vector de aproximación: sobrevoló Ranón y se acercó al aeropuerto en sentido Oeste-Este. En su ruta planeó sobre los tanques de combustible para aviones y acabó impactando con la torre de aire acondicionado del centro de formación, junto a la nave de bomberos. Los ocupantes, Janusmareh M. Zieniewicz (49 años) y Jacek Olesinski (54 años), salieron despedidos y murieron en el acto.

La segunda avioneta siniestrada, una Cirrus SR-22 matrícula SP-AVD, perdió la comunicación con la torre de control asturiana e impactó en el monte de Bayas, prácticamente a los pies de la cabecera de pista del aeropuerto. La baliza del aparato lanzó una señal de emergencia, lo que permitió a los servicios de salvamento su localización. Sus dos ocupantes, S. Marian Kurylowicz (52 años) y Jacek Piotr Syropolski (39 años), también perecieron en el acto y el rescate de los cadáveres resultó de especial dificultad dado lo inaccesible de la zona y que uno de los cuerpos salió despedido de la aeronave. Las avionetas estaban perfectamente equipadas y viajaban a la altura adecuada, según la Delegación del Gobierno.

La terminal asturiana activó de inmediato el plan de emergencia aeroportuaria y no lo dio de baja hasta las cuatro y cuarto de la tarde. El director del aeropuerto, Juan Carlos San Martín, explicó que la seguridad no se vio afectada y descartó en una primera comparecencia que existiese relación alguna entre las condiciones meteorológicas (niebla y lluvia abundante) y el doble accidente. Las verdaderas causan se investigan, aunque las últimas informaciones de la Delegación de Gobierno sí relacionan ambas circunstancias.

La tercera avioneta tomó tierra en el aeropuerto de Santander a las tres de la tarde. Cuatro horas después ni el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, ni el teniente coronel jefe de la Comandancia de Gijón de la Guardia Civil, Juan Bautista Martínez Raposo, tenían conocimiento alguno del paradero de los dos ocupantes, un alemán y un polaco cuya identidad no había trascendido al cierre de esta edición: «Todavía no hemos podido hablar con ellos», coincidieron en una rueda de prensa.

La información que puedan facilitar los dos supervivientes resulta determinante para establecer las causas de ambos siniestros, los primeros mortales en la historia del aeropuerto asturiano, que se inauguró en 1968.

La Comisión de Investigación de Accidentes Aéreos, que depende del Ministerio de Fomento, envió a Asturias un equipo de cinco especialistas para unirse a la investigación, que desde un principio lideró la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón. Este grupo está formado por tres investigadores y dos mecánicos de apoyo, cuya llegada estaba prevista para la pasada noche. En medios oficiales confían en que el primer informe sobre lo ocurrido se redacte antes de dos semanas.

Antonio Trevín explicó que en el operativo de emergencia participó medio centenar de trabajadores del aeropuerto y de las fuerzas de seguridad de la terminal, 63 agentes de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo, dos helicópteros de Bomberos de Asturias, el grupo de rescate, tres unidades móviles de Bomberos del parque de La Morgal, otros tres del de Pravia y dos más del avilesino. También se desplazaron al lugar dos furgonetas multisocorro, dos vehículos ligeros y seis ambulancias de Transinsa, todo ello coordinado por la jefatura de la zona central del 112-Asturias. El Juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Avilés se hará cargo del caso. Los restos de los cuatro polacos fueron trasladados desde al aeropuerto de Asturias hasta el tanatorio de La Carriona, en Avilés, donde está previsto que a lo largo del día de hoy se les practique la autopsia.

Los pasajeros que ayer esperaban la salida de sus vuelos cuando se produjo el doble accidente reaccionaron con una mezcla de tranquilidad y sorpresa ante lo ocurrido, al igual que el personal que trabaja en el aeródromo de Santiago del Monte. «Aquí no nos enteramos de nada. Oí un fuerte golpe, nada más. Al rato llegó una compañera diciendo que una avioneta se había estrellado contra el edificio de formación. Salimos hacia allí y vimos que el avión estaba hecho pedazos y un gran revuelo de gente por la pista. Aparte de eso nada más», explicó un trabajador del aeropuerto.

Veintitrés empresas presentan ofertas para las obras de mejora en Arnao

El proyecto, que financia el Principado, tiene un precio de 253.319 euros

Arnao, I. MONTES

Un total de 23 empresas se presentaron a la licitación de las obras de mejora de espacios públicos y acceso a las viviendas de la mina de Arnao. El proyecto, que financia la Consejería de Bienestar Social y Vivienda tiene un presupuesto de licitación de 253.318,98 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses. La mesa de contratación de la Consejería ha excluido a una de las empresa por no cumplir los requisitos y ha requerido documentación a otras tres, antes de la adjudicación definitiva del proyecto.

Los trabajos que se ejecutarán consistirán en la reparación de la plazoleta de acceso al castillete de la mina de Arnao y a un inmueble residencial que estuvo durante años vinculado a la explotación minera como sala de calderas y que desde hace años tiene uso residencial y está habitado por una decena de familias. La Consejería pretende, con la realización del proyecto, resaltar el valor del edificio construido por la Real Compañía asturiana de Minas (RCAM) en el siglo pasado, y que no desluzca una vez que abran sus puertas al público la mina y el castillete de Arnao.

Las obras consistirán en la instalación de un pavimento de adoquín de hormigón en la plazoleta, en la que se podrán cuatro nuevas farolas, bancos y papeleras. Asimismo, se renovará la red de saneamiento y se habilitarán 16 aparcamientos para los vecinos del inmueble.

Los más de 253.000 euros que aporta la Consejería, se suman a los cinco millones de euros que se están invirtiendo en la rehabilitación del castillete y la mina de los que el 70 por ciento los aporta la Unión Europea a través de los FEDER y el 30 por ciento restante el Ayuntamiento de Castrillón.

Comienza la quinta campaña en el castillo de Gauzón para preparar el museo

El municipio destina a las labores de consolidación de los hallazgos,
que durarán hasta el próximo otoño, un total de 101.000 euros

Dos técnicos trabajando en las excavaciones en la pasada campaña. ricardo solís

Dos técnicos trabajando en las excavaciones en la pasada campaña.
Piedras Blancas,

Inés MONTES

La quinta campaña de excavaciones en el yacimiento arqueológico del castillo de Gauzón arrancó hace unos días con el desbroce en el Peñón de Raíces y la limpieza de toda la zona. El equipo de arqueólogos que dirigen Iván Muñiz y Alejandro García, está ultimando el calendario para de los trabajos de campo que se iniciarán en los próximos días, una vez que mejoren las condiciones meteorológicas.

Los objetivos de la quinta campaña son los de consolidación de los vestigios hallados en estos años en el perímetro de la fortaleza, en la llamada plataforma superior, la ampliación de los estudios y el inicio del proceso de musealización del yacimiento. La campaña de este año tiene un presupuesto de 101.000 euros y se prolongará hasta el próximo otoño.

Las excavaciones arqueológicas en el Peñón de Raíces comenzaron en la primavera de 2007 promovidas por el Ayuntamiento, desde entonces, se ha invertido casi 500.000 euros. En estos cuatro años, gracias a los hallazgos obtenidos y a las pruebas del carbono 14, ha podido datarse el origen de la fortaleza entre los siglos VII y VIII, casi 200 años antes de lo que la historiografía tradicional mantenía.

El Plan especial que se acometerá en los próximos meses permitirá desarrollar una investigación histórica-arqueológica completa que permita conocer las sucesivas fases históricas (fundación, funcionamiento, ocaso) superando las lagunas que existen sobre la fortaleza de la Asturias medieval. Otro objetivo es consolidar y proteger las estructuras arqueológicas halladas hasta ahora como los restos de la muralla y los muros divisorios internos. La musealización del yacimiento arqueológico permitirá la realización de un recorrido didáctico desde el Peñón hasta el monasterio de la Merced en Raíces Viejo.

El «pavor» de los primeros trabajadores de la mina, que venían del campo y la mar

Los obreros trabajan estos días en la instalación del ascensor-jaula que bajará al visitante hasta las galerías. La jaula original llegaba a la cota -56 dando inicio a un mundo subterráneo y submarino que parece pura ficción. A través de planos inclinados, que llegaban a tener inclinaciones de hasta treinta grados, la mina alcanzaba la cota -200 y progresaba mar adentro hasta el final del campo de explotación, a unos 600 metros en línea recta hacia el Cantábrico.
El «pavor» de los primeros trabajadores de la mina, que venían del campo y la mar
En las entrañas de la mina, entre el ruido de los trabajos, Guillermo Laíne e Iván Muñiz se imaginan el «pavor» de las primeras generaciones de mineros que explotaron Arnao en la primera mitad del XIX (y qué decir de los que lo hicieron a finales del XVI). «Es que aquella gente no era minera, sino campesina y marinera. Para ellos, trabajar dentro de la tierra debía ser tabú». Sus herramientas eran prácticamente las mismas que en las del laboreo agrícola.

En pocos meses, tras Arnao, la Real Compañía Asturiana de Minas abre Reocín y La Florida, en Cantabria, creando una especie de ruta cantábrica del zinc. La Florida es la actual mina de El Soplao, un prodigio de formación calcárea único en el mundo. Pero Reocín y La Florida eran más fáciles de trabajar que Arnao. El principio del fin llega en 1903 cuando se detectan las primeras filtraciones de agua del mar. Coincide con una huelga, no hay mantenimiento y la cosa va a más.

En 1912 otra gran huelga, de un año de duración, condena definitivamente a la mina. El carbón de las cuencas mineras ya se explotaba a pleno rendimiento pero Arnao se muere sola, acosada por el mar, y abandonada por los mineros en busca de mejores condiciones laborales. La Real Compañía, que trató por todos los medios de mantener activa Arnao, se ve obligada a mirar a otras vetas (en 1925 compraría el pozu San Luis, por citar una operación de gran fuste).

Paradojas del destino. Unos meses después de que el castillete de Arnao fuera rehabilitado con su cubierta de escamas de zinc, en 1902, la mina entró en barrena. Fue una explotación complicada pero a la que se le sacó amplio rendimiento. Esas 40.000 toneladas anuales de carbón iban directas a los hornos de la fábrica de zinc, aunque no abastecía todas las necesidades. Para obtener una tonelada de zinc se necesitan siete toneladas de carbón. Las cuentas de producción no salían, por lo que es seguro que la fábrica de la Real Compañía compraba carbón foráneo.

Desde 1915 hasta hace apenas unos meses la mina permaneció cerrada y sellada. Curiosamente la muerte de la mina no supuso el derrumbe de su entorno, Los antiguos talleres se convirtieron en zona de ocio obrero, con salas de billar y biblioteca. Otra sala hizo de cine. La fábrica, lo que después fue la actual Asturiana de Zinc, seguía existiendo, cada vez con mayor ímpetu industrial. Junto al castillete de Arnao hay viviendas, levantadas sobre la antigua sala de máquinas, y las casinas del entorno en primera línea del mar tuvieron también relación con el personal de la fábrica. Incluso en la trastienda de la mina funcionó hasta hace unos años un restaurante que daba vidilla a la zona.

Desde la ría de Avilés a la ría del Nalón, esa franja costera fue de algún modo un coto privado de la Real Compañía, incluida la playa de Salinas, hoy kilómetro cero de un complejo residencial, pero en su día -y no hace tanto- un arenal improductivo.

En el interior de la mina muchas de las paredes permanecen recubiertas de ladrillo, caso insólito. Arnao fue la primera mina de España que usó el aire comprimido para el sistema de desagüe, en 1874. Era una mina sin grisú, pero con carbón autocombustible.

Guillermo Laíne recuerda que «cuando abrimos la mina, después de tanto tiempo cerrada, lo primero que encontramos fue una avalancha de agua». El arqueólogo Iván Muñiz tiene presente en su memoria la experiencia en aquella mina, reabierta por la Brigada de Salvamento Minero en 2009 «oscura y en el más completo silencio». Fue como penetrar en una tumba.

La Historia, así en plural, está llena de guiños. El primer «agujero» en Arnao se abre a finales del XVI como estrategia real frente al carbón de Flandes. Dos siglos y medio más tarde, en 1849, dos ingenieros de minas belgas, precisamente belgas, son los que remueven el proyecto y lo ponen en marcha.

«Eleonore» es testigo mudo de aquel ambicioso intento. «Eleonore» es el nombre de una de las dos locomotoras utilizadas durante décadas para el transporte del carbón desde la playa a la fábrica. Fue restaurada en el Museo del Ferrocarril y la Industria, en Gijón, y pronto volverá a sus orígenes para presidir el espacio verde que sirve de antesala a la entrada de la mina. «Eleonore», nombre que toma de la hermana de uno de los ingenieros fundadores, es un símbolo, el viejo metal recuperado para que las nuevas generaciones no olviden.

El museo de la mina de Arnao, que se abrirá este verano, cuenta con fondos europeos y del Ayuntamiento de Castrillón. El antiguo taller será el centro de interpretación. Toda información es buena pero a Arnao hay que interpretarla desde los sentimientos.

sábado, 4 de junio de 2011

PROXIMAMENTE SE INAUGURADA EL MUSEO DE LA MINA DE ARNAO

Próximamente se inaugurará el Museo de la Mina de Arnao, que ocupará el edificio del antiguo casino contiguo al castillete de la mina (el castillete está incluído en la actuación).
Estoy buscando información sobre los trabajadores de la mina que emigraron a América. Estoy interesada en anécdotas principalmente. También fotos, útiles...
Mi intención es incluir un apartado en el museo dedicada a aquellos trabajadores que se vieron obligados a emigrar, principalmente a Virginia.
Gracias


Plano Arnao


Museo Arnao

PLANO DE ANTIGUAS GALERIAS DE LA MINA DE SANTA MARIA DEL MAR

viernes, 3 de junio de 2011

El monasterio de Santa María de la Merced (siglo XV)

 


En el verano del año 2005 dieron comienzo los primeros trabajos en el yacimiento arqueológico de Raíces (Castrillón), que han dado como resultado la recuperación de un asentamiento monástico del siglo XV: el monasterio de Santa María de la Merced.



Para conocer en detalle todo lo que podemos encontrar en el lugar, nada mejor que leer atentamente las explicaciones que Alejandro García e Iván Muñiz, directores de las excavaciones, hicieron públicas en un artículo publicado en La Nueva España en febrero de 2006:

El pasado altomedieval (siglos X-XII)
Entre los siglos X y XII se construye en un espacio de dunas bañado por el mar una primitiva iglesia de Santa María, cuya primera cita se recoge en un documento fechado en el año 905. Esta iglesia va a ser concedida antes de 1181 a la orden de Santiago, junto con un coto o término jurisdiccional adscrito. No se han podido localizar vestigios arqueológicos de esta fundación, que seguramente presentaría una construcción muy modesta. Por otra parte, los análisis arqueológicos han llevado a refutar la atribución románica de la triple arquería correspondiente a una sala capitular. Dicho capítulo era asociado a la llegada santiaguista.

La fundación del eremitorio franciscano (siglo XV)
Damos un amplio salto en el tiempo y nos situamos en las primeras décadas del siglo XV. En torno al año 1413, un noble de Avilés, Fernando González de Oviedo, funda en el lugar un eremitorio franciscano. Los análisis arqueológicos han llevado a la localización de un alto porcentaje de estructuras originales del siglo XV, que representan la fase más antigua conservada. Entre las dependencias estudiadas se cuentan la nueva iglesia de Santa María de Raíces, levantada en estos comienzos de la decimoquinta centuria; la sala capitular, a la que corresponde la triple arquería de medio punto; como hallazgo de gran importancia se suma el espacio palaciego, con la fachada nobiliaria blasonada por el escudo de los González de Oviedo; finalmente, hemos de añadir un sector de claustro que ha sido reaprovechado por los distintos caseríos de Raíces Viejo. Labores de recuperación de la fachada palaciega construida a comienzos del siglo XV. Para estas obras se emplearon canteras situadas en las inmediaciones, de las que se extrajo principalmente arenisca, utilizada tanto para la fábrica pobre de mampuestos como para los elementos arquitectónicos de mayor dignidad, donde se sirvieron de sillares muy bien trabajados.

La fase mercedaria (siglos XV-XVI)
A mediados del siglo XV los frailes franciscanos son expulsados y en su lugar ocupan el eremitorio de Raíces los frailes mercedarios. Son ellos los que dotan al conjunto del nombre con el que va a ser conocido a partir de entonces: monasterio de Santa María de la Merced. En el siglo XVI se levanta una nueva fachada monumental, que cuenta con un impresionante trabajo de sillería en la puerta de entrada, coronada por la celda del comendador y el escudo de la Merced. A esta fase corresponde igualmente la transformación de la sacristía eclesiástica en panteón funerario de la familia Alas Pumariño, bajo denominación de capilla de Nuestra Señora de la Luz.

El abandono: los orígenes de Raíces Viejo
A fines del siglo XVII los frailes mercedarios se trasladan al nuevo convento situado en el barrio avilesino de Sabugo. La capilla de la Luz mantiene las funciones funerarias hasta comienzos del siglo XIX. Pero los nuevos protagonistas son los campesinos de Raíces, que ocupan las dependencias y cultivan las tierras mercedarias. En el siglo XIX, los bienes monásticos son desamortizados y adquiridos por los propios vecinos del lugar. Las estructuras del eremitorio son reaprovechadas en los nuevos caseríos, algo que ha permitido conservar intacta gran parte de las construcciones monásticas más antiguas.








Petrus

miércoles, 1 de junio de 2011

Castrillón busca su mina de oro

El concejo calcula que la apertura de la explotación de Arnao, dos siglos después de cerrarse, captaría 50.000 turistas

Interior de la mina, uno de los recorridos que podrá hacer el visitante. FERNANDO ROBLES

01/06/2011 00:00 /
El próximo mes de agosto la mina de Arnao podrá reabrir sus puertas y convertirse en el más importante recurso turístico de Castrillón. Hasta ahora, lo eran sus playas, pero la intención es que lo que fuera la Real Compañía de Minas le permita al concejo ser un referente dentro del turismo minero. Por ello, la primera mina de carbón vegetal en España abrirá sus puertas dos siglos después de que una inundación obligara a cerrarlas.
En los últimos meses se ha trabajado para que las antiguas galerías, en las que trabajaban los mineros de la localidad y por la que, según se dice, llegó a pasear la reina Isabel II, caminen numerosos visitantes. Todos ellos podrán reconstruir la historia del primer pozo vertical de España. Además de descender a las galerías (en ascensor) y andar por ellas se podrá consultar documentación sobre el día a día de la localidad.
Las aspiraciones del Ayuntamiento de Castrillón, que hace cuatro años puso en marcha el proyecto turístico y de recuperación de la zona, es que sean muchos, miles, los que se acerquen hasta Arnao. Las previsiones que manejan son que en su primer de año de funcionamiento sean más de 50.000 las personas que visiten las instalaciones de la mina.
“Esperamos que tenga éxito, porque va a ser un revulsivo económico, especialmente para el comercio y la hostelería”, explica la alcaldesa de Castrillón, Ángela Vallina, quien confía en que así sea dado el interés suscitado en los diversos congresos mineros en los que ha participado el consistorio últimamente. El ayuntamiento ha sido el que ha llevado a cabo las obras de acondicionamiento gracias a los fondos europeos Leader y también a aportaciones municipales (este año tiene presupuestado más de dos millones del presupuesto local).
La intención es que una vez se ponga en marcha la mina no tenga que ser la administración la que corra con los gastos de su mantenimiento y el personal que precise, sino que sea capaz de autofinanciarse a través de las entradas que habrán de pagar los visitantes. A falta de concretar el precio de las mismas, lo que tiene previsto el consistorio es establecer dos tarifas: una genérica y otra para grupos y estudiantes. Las obras de acondicionamiento de la mina de Arnao está previsto que acaben a finales del próximo mes de julio y que, días más tarde, la instalación ya pueda recibir a sus primeros visitantes.