Fue provocado en la Revolución del 34 y dejó a Avilés bloqueada por mar durante días
21 junio 2014
Pronto hará ochenta años de la que es conocida por los libros de historia como la Revolución de Asturias. Una huelga general obrera que en pocas horas derivó en conflictos violentos locales hasta el punto de llegar a ser declarado el estado de guerra en toda Asturias.
De todos los acontecimientos ocurridos en Avilés durante aquellas jornadas hay uno que destaca en cierta medida y que sin embargo suele ser desconocido para el gran público: el hundimiento del buque 'Agadir' en la bocana de la ría.
Ante los acontecimientos que tomaron lugar a partir del domingo, día 5 de octubre de 1934, el gobierno decide el envío de tropas para reprimir la rebelión. De esta forma, a los revolucionarios les llega la información de que uno de los puntos elegidos para el desembarco es el puerto de Avilés, por lo que se toma la decisión de bloquear la ría para impedirlo.
Para ello eligen un barco, el 'Agadir', cuyo armador es la Cía. de Gas y Electricidad, de Barcelona, que había llegado al puerto el 30 de septiembre. Su eslora medía 51,37 metros, 7,75 de manga, 3,15 de puntal y su calado llegaba hasta los 3,37 metros. Su carga era de 685 toneladas, si bien en el momento en que los revolucionarios se hicieron con él contenía 300 toneladas de
Cuando la rebelión está prácticamente sofocada, y ante el todavía estado de bloqueo de la ría, se decide retirar el 'Agadir'. Primero se intenta sacarlo a la superficie con grandes flotadores, pero el barco está progresivamente hundiéndose en los bajos de las arenas y se decide volarlo por partes.
Poco a poco la ría consigue ir abriendo el tráfico. El día 25, barcos de poco tonelaje consiguen ya salir del puerto. Unos días más tarde lo harán barcos de mayor envergadura. Los trabajos continuarán durante semanas hasta que el tráfico portuario fue normalizado.
En la extracción del 'Agadir' se emplearon 2.750 kilos de dinamita. El presupuesto total de gastos de esta operación ascendió a 50.000 pesetas, si bien la venta de los restos consigue que la Junta del Puerto recupere en parte el dinero gastado.
Sin embargo, aún quedaría un pequeño capítulo por escribir del 'Agadir'. En los años sesenta todavía hay pequeños restos del buque siniestrado, junto a otros de distintos barcos que a lo largo de la historia habían quedado en los fondos de la ría y alrededores. La venta de hierro es un gran negocio en aquella época y una empresa de desguaces submarinos, cuyo propietario es el mítico 'Peltop', aún tendrá la oportunidad de extraer los últimos restos del 'Agadir'. Con ello, concluye la historia de un barco construido en 1919 en los Astilleros de Cádiz y que terminaría sus días en la ría, tras varias explosiones provocadas: algunas para hundirlo y otras para desguazarlo y sacarlo por partes de las aguas de Avilés.
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