El núcleo castrillonense, reflejo del inicio de la industrialización asturiana, tiene ante sí posibilidades en el ámbito turístico vinculadas a un conjunto patrimonial de los que no abundan en España
FERMÍN RODRÍGUEZ / RAFAEL MENÉNDEZ
CENTRO DE COOPERACIÓN Y DESARROLLO TERRITORIAL (CECODET)Arnao es vida unida a la minería y a la industria. Algo bastante habitual en Asturias, pero aquí se conservan elementos característicos de los inicios del proceso industrializador y forman por ello parte fundamental de nuestro patrimonio histórico contemporáneo y de la propia identidad territorial de la región.
Es parte del conjunto de las villas fabriles asturianas, núcleos de población crecidos a lo largo del ciclo industrial, vinculados a una sola o a unas pocas empresas mineras e industriales. Desarrollan pequeñas estructuras urbanas que atienden las necesidades de residencia y servicios básicos de la población, a la vez que atraen a trabajadores. Se localizaron en las inmediaciones de las instalaciones fabriles, ante las dificultades que presentaba el transporte de viajeros en las épocas iniciales. Representaban físicamente, en algunos casos, la jerarquía empresarial y social, al tiempo que facilitaban cierto control social de los trabajadores.
Numerosos ejemplos salpican la geografía asturiana: Bustiello, Trubia, Lieres, La Camocha, Trasona y otros, así como la mayoría de los núcleos surgidos en las inmediaciones de los pozos mineros que se ponen en marcha en las primeras décadas del siglo XX. Arnao se adelantó en el tiempo en la minería subterránea y es por ello villa pionera del ciclo industrial y minero asturiano. Destaca, a pesar de su escasa población residente, como uno de los núcleos que han llegado mejor conservados en sus referencias de villa fábrica, a pesar de su escasa dimensión y su integración en el paisaje rural.
Entre la mina y la fábrica, entre las playas de Arnao y del Cuerno, se compone una mínima estructura urbana, al servicio de la empresa y de las necesidades de sus trabajadores. El caserío se alarga hacia el Sur por El Pontón, Navalón, Las Campas, La Castañalona y San Francisco, siguiendo la carretera de Piedras Blancas, villa capital del concejo, con la que Arnao ha tendido a vincularse, en las proximidades también de San Martín de Laspra, cabecera parroquial.
En el caso de Arnao, su personalidad fabril remite a la Real Compañía Asturiana de Minas y su instalación, a partir de 1833, en la costa de Castrillón. Arnao surge como población unida a la compañía y sus instalaciones, componiendo una pequeña villa junto a la mina y a la fábrica, siguiendo su evolución histórica. Carbón y metalurgia, los dos pilares históricos de la industria asturiana, tienen en Arnao uno de sus hitos fundacionales, en el ciclo industrial español, al que aportaron líneas de actividad que llegan a nuestros días. Alrededor de la mina y de la fábrica surgió un poblado con todos sus componentes, desde las viviendas diferenciadas hasta los edificios de servicios comunes: educativos, comerciales, sanitarios, sociales?
Todo está relativamente bien conservado, ya que el crecimiento contemporáneo buscó, en el caso de las instalaciones fabriles, la cercanía de la ría y puerto de Avilés. Y para la residencia y servicios a la población, Piedras Blancas, Salinas y Raíces Nuevo aportaron suelo, comunicaciones y mejores expectativas de crecimiento.
Queda poca población en Arnao, menos de doscientos residentes empadronados. Y un más que importante patrimonio relacionado con la historia de la industria asturiana, fundamental para entender lo que hoy es la región y su contribución a la industrialización española. Para una región cuya identidad contemporánea se apoya en su tradición industrial, Arnao es un hito a conservar para comprender. Aunque ello vaya en contra de la poca atención que la región ha venido dedicando, en general, a su patrimonio cultural e histórico, afectado por el abandono y la indiferencia administrativa y social. Es urgente cambiar la visión y valorar lo que el patrimonio puede aportar en el actual sistema económico.
Arnao debe afrontar las dificultades para la recuperación y puesta en actividad de un patrimonio para el que se necesitan ideas de futuro y sobran obstáculos burocráticos. Porque Arnao se sitúa en un lugar privilegiado de la costa asturiana y sus características apuntan a posibilidades abiertas en el ámbito turístico, si se sabe encuadrar su paisaje de otra época, los elementos del patrimonio, con las nuevas actividades y la función residencial, en un concejo que aún crece y que tiene una importante actividad turística. Para ello es fundamental la rehabilitación y recuperación integral de un paisaje urbano diferenciado y su imbricación en el poblamiento de Castrillón, en su relación con Salinas y San Juan, con Piedras Blancas y Laspra. La ordenación del territorio, en un concejo de poblamiento complejo como Castrillón, se revela fundamental para el próximo futuro. Al igual que la puesta en marcha de proyectos de futuro, realistas y ajustados a las posibilidades, pero sin poner obstáculos innecesarios a las iniciativas.
Arnao guarda muchos recursos en su original paisaje urbano y fabril. Desde una playa hermosa y concurrida hasta un conjunto patrimonial de los que no abundan en España, que resultan atractivos para el viajero que busca algo más. Turismo especializado, hostelería de calidad y recuperación ambiental de la playa y frente marítimo son caminos aún por recorrer, en particular en el espacio en el que la fábrica une Arnao con Salinas.
CENTRO DE COOPERACIÓN Y DESARROLLO TERRITORIAL (CECODET)Arnao es vida unida a la minería y a la industria. Algo bastante habitual en Asturias, pero aquí se conservan elementos característicos de los inicios del proceso industrializador y forman por ello parte fundamental de nuestro patrimonio histórico contemporáneo y de la propia identidad territorial de la región.
Es parte del conjunto de las villas fabriles asturianas, núcleos de población crecidos a lo largo del ciclo industrial, vinculados a una sola o a unas pocas empresas mineras e industriales. Desarrollan pequeñas estructuras urbanas que atienden las necesidades de residencia y servicios básicos de la población, a la vez que atraen a trabajadores. Se localizaron en las inmediaciones de las instalaciones fabriles, ante las dificultades que presentaba el transporte de viajeros en las épocas iniciales. Representaban físicamente, en algunos casos, la jerarquía empresarial y social, al tiempo que facilitaban cierto control social de los trabajadores.
Numerosos ejemplos salpican la geografía asturiana: Bustiello, Trubia, Lieres, La Camocha, Trasona y otros, así como la mayoría de los núcleos surgidos en las inmediaciones de los pozos mineros que se ponen en marcha en las primeras décadas del siglo XX. Arnao se adelantó en el tiempo en la minería subterránea y es por ello villa pionera del ciclo industrial y minero asturiano. Destaca, a pesar de su escasa población residente, como uno de los núcleos que han llegado mejor conservados en sus referencias de villa fábrica, a pesar de su escasa dimensión y su integración en el paisaje rural.
Entre la mina y la fábrica, entre las playas de Arnao y del Cuerno, se compone una mínima estructura urbana, al servicio de la empresa y de las necesidades de sus trabajadores. El caserío se alarga hacia el Sur por El Pontón, Navalón, Las Campas, La Castañalona y San Francisco, siguiendo la carretera de Piedras Blancas, villa capital del concejo, con la que Arnao ha tendido a vincularse, en las proximidades también de San Martín de Laspra, cabecera parroquial.
En el caso de Arnao, su personalidad fabril remite a la Real Compañía Asturiana de Minas y su instalación, a partir de 1833, en la costa de Castrillón. Arnao surge como población unida a la compañía y sus instalaciones, componiendo una pequeña villa junto a la mina y a la fábrica, siguiendo su evolución histórica. Carbón y metalurgia, los dos pilares históricos de la industria asturiana, tienen en Arnao uno de sus hitos fundacionales, en el ciclo industrial español, al que aportaron líneas de actividad que llegan a nuestros días. Alrededor de la mina y de la fábrica surgió un poblado con todos sus componentes, desde las viviendas diferenciadas hasta los edificios de servicios comunes: educativos, comerciales, sanitarios, sociales?
Todo está relativamente bien conservado, ya que el crecimiento contemporáneo buscó, en el caso de las instalaciones fabriles, la cercanía de la ría y puerto de Avilés. Y para la residencia y servicios a la población, Piedras Blancas, Salinas y Raíces Nuevo aportaron suelo, comunicaciones y mejores expectativas de crecimiento.
Queda poca población en Arnao, menos de doscientos residentes empadronados. Y un más que importante patrimonio relacionado con la historia de la industria asturiana, fundamental para entender lo que hoy es la región y su contribución a la industrialización española. Para una región cuya identidad contemporánea se apoya en su tradición industrial, Arnao es un hito a conservar para comprender. Aunque ello vaya en contra de la poca atención que la región ha venido dedicando, en general, a su patrimonio cultural e histórico, afectado por el abandono y la indiferencia administrativa y social. Es urgente cambiar la visión y valorar lo que el patrimonio puede aportar en el actual sistema económico.
Arnao debe afrontar las dificultades para la recuperación y puesta en actividad de un patrimonio para el que se necesitan ideas de futuro y sobran obstáculos burocráticos. Porque Arnao se sitúa en un lugar privilegiado de la costa asturiana y sus características apuntan a posibilidades abiertas en el ámbito turístico, si se sabe encuadrar su paisaje de otra época, los elementos del patrimonio, con las nuevas actividades y la función residencial, en un concejo que aún crece y que tiene una importante actividad turística. Para ello es fundamental la rehabilitación y recuperación integral de un paisaje urbano diferenciado y su imbricación en el poblamiento de Castrillón, en su relación con Salinas y San Juan, con Piedras Blancas y Laspra. La ordenación del territorio, en un concejo de poblamiento complejo como Castrillón, se revela fundamental para el próximo futuro. Al igual que la puesta en marcha de proyectos de futuro, realistas y ajustados a las posibilidades, pero sin poner obstáculos innecesarios a las iniciativas.
Arnao guarda muchos recursos en su original paisaje urbano y fabril. Desde una playa hermosa y concurrida hasta un conjunto patrimonial de los que no abundan en España, que resultan atractivos para el viajero que busca algo más. Turismo especializado, hostelería de calidad y recuperación ambiental de la playa y frente marítimo son caminos aún por recorrer, en particular en el espacio en el que la fábrica une Arnao con Salinas.
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