Los vecinos advierten de que cada vez se forman más balsas de agua por el hundimiento del firme del paseo, así como fisuras en el suelo
Salinas, Inés MONTES
El deterioro del paseo marítimo de Salinas alarma a los vecinos de la localidad, que han advertido de que cada vez se aprecian más balsas de agua debidas a los hundimientos del firme en distintos tramos del paseo. Las grietas también son visibles en varias zonas del marítimo. Así la situación, Costas no ha dado muestras de poner en marcha un nuevo aporte de arena, una de las soluciones a corto y medio plazo que, según los expertos, mejorarían la estabilidad del paseo y del muro que lo sustenta.
Los hundimientos del paseo iniciados hace años en las inmediaciones de los edificios «Gauzones» también se aprecian ahora delante de las instalaciones del Real Club Náutico, un tramo más moderno del marítimo ya que el de los «Gauzones» se construyó en 1994 mientras que el del Náutico data de 2000. «Los charcos del paseo no se forman sólo cuando llueve ni se deben a que el mar salte al paseo; es un problema que los técnicos de Costas deberían estudiar y solucionar», declaró una vecina.
Lo cierto es que en estos 22 años (se cumplen el día 30) transcurridos desde el primer derrumbe del paseo hasta ahora, los problemas no han cesado pese a las obras de mejora en la fachada marítima de Salinas y los millones gastados. La naturaleza no perdona, pero tampoco se han tomado las medidas que los expertos reclaman. El Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), en un informe hecho público en el verano de 2010, advertía de la necesidad de un aporte de arena urgente. Los responsables de Costas explicaron entonces que estaban buscando un banco de arena submarino para extraer el árido y comenzar los trabajos. «No hemos sabido nada ni con el anterior Gobierno del PSOE ni con el actual del PP. Llevamos más de un año esperando que Costas nos de una solución, que nos den un calendario para el inicio del aporte de arena y de la mejora de La Peñona», manifestó la alcaldesa de Castrillón, Ángela Vallina.
El tiempo pasa y el deterioro se acentúa. En 2010 se hundió un tramo de unos 25 metros del firme del paseo a la altura del edificio «Gauzón IV», en un momento en el que se estaban ejecutando las obras de refuerzo del muro con la construcción de una escollera. La reparación se realizó inmediatamente, pero pocos meses después Costas tuvo que volver a levantar las baldosas para evitar las bolsas de agua. El parche no surtió efecto pues el agua sigue concentrándose en esa zona.
El problema se ha trasladado también al tramo del paseo delante de la piscina del Club Náutico: los charcos tardan días en desaparecer. Las grietas en las baldosas y los hundimientos del firme alarman a los vecinos y a los muchos usuarios que diariamente pasean por la zona.
La inestabilidad de la playa y del muro que antes afectaba más a la zona este del arenal se está trasladando al oeste. El tramo de playa entre el Club Náutico y La Peñona pierde arena a pasos agigantados mientras en la zona de los «Gauzones» los últimos temporales han depositado árido.
La escollera que construyó Costas en 2010 y que costó 1,1 millones de euros refuerza el muro en un tramo de unos 400 metros entre el edificio de servicios y las inmediaciones de las dunas de El Espartal. Cuando concluyó esa obra, Costas anunció que ampliaría la escollera de refuerzo hacia el oeste, para mejorar la seguridad del resto de las viviendas del paseo marítimo. «Es una obra necesaria a la vista del deterioro del paseo y la falta de arena», explicaron algunos vecinos de la zona.
Salinas, Inés MONTES
El deterioro del paseo marítimo de Salinas alarma a los vecinos de la localidad, que han advertido de que cada vez se aprecian más balsas de agua debidas a los hundimientos del firme en distintos tramos del paseo. Las grietas también son visibles en varias zonas del marítimo. Así la situación, Costas no ha dado muestras de poner en marcha un nuevo aporte de arena, una de las soluciones a corto y medio plazo que, según los expertos, mejorarían la estabilidad del paseo y del muro que lo sustenta.
Los hundimientos del paseo iniciados hace años en las inmediaciones de los edificios «Gauzones» también se aprecian ahora delante de las instalaciones del Real Club Náutico, un tramo más moderno del marítimo ya que el de los «Gauzones» se construyó en 1994 mientras que el del Náutico data de 2000. «Los charcos del paseo no se forman sólo cuando llueve ni se deben a que el mar salte al paseo; es un problema que los técnicos de Costas deberían estudiar y solucionar», declaró una vecina.
Lo cierto es que en estos 22 años (se cumplen el día 30) transcurridos desde el primer derrumbe del paseo hasta ahora, los problemas no han cesado pese a las obras de mejora en la fachada marítima de Salinas y los millones gastados. La naturaleza no perdona, pero tampoco se han tomado las medidas que los expertos reclaman. El Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), en un informe hecho público en el verano de 2010, advertía de la necesidad de un aporte de arena urgente. Los responsables de Costas explicaron entonces que estaban buscando un banco de arena submarino para extraer el árido y comenzar los trabajos. «No hemos sabido nada ni con el anterior Gobierno del PSOE ni con el actual del PP. Llevamos más de un año esperando que Costas nos de una solución, que nos den un calendario para el inicio del aporte de arena y de la mejora de La Peñona», manifestó la alcaldesa de Castrillón, Ángela Vallina.
El tiempo pasa y el deterioro se acentúa. En 2010 se hundió un tramo de unos 25 metros del firme del paseo a la altura del edificio «Gauzón IV», en un momento en el que se estaban ejecutando las obras de refuerzo del muro con la construcción de una escollera. La reparación se realizó inmediatamente, pero pocos meses después Costas tuvo que volver a levantar las baldosas para evitar las bolsas de agua. El parche no surtió efecto pues el agua sigue concentrándose en esa zona.
El problema se ha trasladado también al tramo del paseo delante de la piscina del Club Náutico: los charcos tardan días en desaparecer. Las grietas en las baldosas y los hundimientos del firme alarman a los vecinos y a los muchos usuarios que diariamente pasean por la zona.
La inestabilidad de la playa y del muro que antes afectaba más a la zona este del arenal se está trasladando al oeste. El tramo de playa entre el Club Náutico y La Peñona pierde arena a pasos agigantados mientras en la zona de los «Gauzones» los últimos temporales han depositado árido.
La escollera que construyó Costas en 2010 y que costó 1,1 millones de euros refuerza el muro en un tramo de unos 400 metros entre el edificio de servicios y las inmediaciones de las dunas de El Espartal. Cuando concluyó esa obra, Costas anunció que ampliaría la escollera de refuerzo hacia el oeste, para mejorar la seguridad del resto de las viviendas del paseo marítimo. «Es una obra necesaria a la vista del deterioro del paseo y la falta de arena», explicaron algunos vecinos de la zona.
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