La muerte de Antonio Carrillo, que fue químico de AZSA, concita el pésame unánime por un hombre apreciado por su compromiso social
Salinas, I. MONTES
«Se ha muerto un hombre bueno». Así lamentaba ayer el fallecimiento de Antonio Carrillo Mateos, su amigo, médico y compañero de partido, el concejal del PP en Castrillón Juan Jonás Casares. El edil añadió cariñosamente: «Sólo tenía un defecto, que era seguidor del Barcelona». Y es que el amor al equipo de fútbol catalán le propicio a Carrillo muy buenos momentos a lo largo de su vida, incluso recientemente, cuando ya la enfermedad que sufría desde hace años le iba apagando, recibió una foto dedicada del jugador Gerard Piqué.
Antonio Carrillo era químico y casi toda su vida laboral estuvo ligada a Asturiana de Zinc (AZSA). Comenzó en la fábrica de Arnao y siguió en la de San Juan de Nieva. Pasó por los departamentos de fusión y colada, lixiviación y seguridad laboral y medio ambiente. Aunque castellano de nacimiento -como su esposa era oriundo de Salamanca- su amor a Salinas lo convirtió en bandera de su vida cotidiana. Sus caminatas por el concejo no las perdonó nunca. En los últimos tiempos, y siempre que su mal no se lo impedía, Antonio Carrillo acudía al paseo marítimo incluso en una silla de ruedas que conducía su mujer, Chus López.
El compromiso ciudadano de Antonio Carrillo era uno de los rasgos que ayer destacaban muchos de sus amigos y compañeros del PP. «En el PP era una persona muy querida por todos los militantes. Era muy ecuánime y desde luego muy trabajador», señaló Jesús Pablo González-Nuevo Quiñones, presidente de la junta local del PP de Castrillón. «En la ejecutiva que formamos en abril de 2009 Carrillo entro como vocal de la junta local. Después también formó parte de la candidatura con la que concurrimos a las elecciones municipales de Castrillón en mayo de 2011», dijo.
«En la junta local trabajo mucho y bien, por eso quise que se integrara también en la lista electoral. Su compromiso con la sociedad también llegó hasta la asociación de madres y padres de alumnos AMPA del instituto de Salinas, en el que estudió su hija. Pero Antonio Carrillo teníamos muchas más cualidades, era un hombre muy culto y un lector empedernido», indicó Quiñones.
La jornada de ayer sorprendió a familiares, amigos y compañeros de trabajo con la noticia de la muerte de Antonio Carrillo. Durante toda la jornada y hasta las seis de la tarde, hora en la que comenzó el funeral de cuerpo presente en la iglesia de Salinas, fueron decenas de personas las que acudieron al tanatorio de Avilés y al funeral a dar el pésame a su esposa, Chus López , a su hija Natalia Carrillo y al resto de la familia.
Acompañaron a la familia, entre otros, el director de Asturiana de Zinc (AZSA), Jaime Arias; Luis Rodríguez, jubilado de la empresa y actual presidente de la Escuela de Artes y Oficios de Avilés; Raimundo Abando, ex presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés; Antonio Sabino, ex presidente de la Cámara de Comercio; así como Quiñones y gran número de miembros de la junta local y del grupo municipal del PP y trabajadores y directivos de AZSA.
La familia, amigos y compañeros de trabajo dieron su último adios ayer a Antonio Carrillo en el funeral que se celebró en la iglesia parroquial Nuestra Señora del Carmen de Salinas; después sus restos fueron incinerados en el tanatorio de Avilés.
Salinas, I. MONTES
«Se ha muerto un hombre bueno». Así lamentaba ayer el fallecimiento de Antonio Carrillo Mateos, su amigo, médico y compañero de partido, el concejal del PP en Castrillón Juan Jonás Casares. El edil añadió cariñosamente: «Sólo tenía un defecto, que era seguidor del Barcelona». Y es que el amor al equipo de fútbol catalán le propicio a Carrillo muy buenos momentos a lo largo de su vida, incluso recientemente, cuando ya la enfermedad que sufría desde hace años le iba apagando, recibió una foto dedicada del jugador Gerard Piqué.
Antonio Carrillo era químico y casi toda su vida laboral estuvo ligada a Asturiana de Zinc (AZSA). Comenzó en la fábrica de Arnao y siguió en la de San Juan de Nieva. Pasó por los departamentos de fusión y colada, lixiviación y seguridad laboral y medio ambiente. Aunque castellano de nacimiento -como su esposa era oriundo de Salamanca- su amor a Salinas lo convirtió en bandera de su vida cotidiana. Sus caminatas por el concejo no las perdonó nunca. En los últimos tiempos, y siempre que su mal no se lo impedía, Antonio Carrillo acudía al paseo marítimo incluso en una silla de ruedas que conducía su mujer, Chus López.
El compromiso ciudadano de Antonio Carrillo era uno de los rasgos que ayer destacaban muchos de sus amigos y compañeros del PP. «En el PP era una persona muy querida por todos los militantes. Era muy ecuánime y desde luego muy trabajador», señaló Jesús Pablo González-Nuevo Quiñones, presidente de la junta local del PP de Castrillón. «En la ejecutiva que formamos en abril de 2009 Carrillo entro como vocal de la junta local. Después también formó parte de la candidatura con la que concurrimos a las elecciones municipales de Castrillón en mayo de 2011», dijo.
«En la junta local trabajo mucho y bien, por eso quise que se integrara también en la lista electoral. Su compromiso con la sociedad también llegó hasta la asociación de madres y padres de alumnos AMPA del instituto de Salinas, en el que estudió su hija. Pero Antonio Carrillo teníamos muchas más cualidades, era un hombre muy culto y un lector empedernido», indicó Quiñones.
La jornada de ayer sorprendió a familiares, amigos y compañeros de trabajo con la noticia de la muerte de Antonio Carrillo. Durante toda la jornada y hasta las seis de la tarde, hora en la que comenzó el funeral de cuerpo presente en la iglesia de Salinas, fueron decenas de personas las que acudieron al tanatorio de Avilés y al funeral a dar el pésame a su esposa, Chus López , a su hija Natalia Carrillo y al resto de la familia.
Acompañaron a la familia, entre otros, el director de Asturiana de Zinc (AZSA), Jaime Arias; Luis Rodríguez, jubilado de la empresa y actual presidente de la Escuela de Artes y Oficios de Avilés; Raimundo Abando, ex presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés; Antonio Sabino, ex presidente de la Cámara de Comercio; así como Quiñones y gran número de miembros de la junta local y del grupo municipal del PP y trabajadores y directivos de AZSA.
La familia, amigos y compañeros de trabajo dieron su último adios ayer a Antonio Carrillo en el funeral que se celebró en la iglesia parroquial Nuestra Señora del Carmen de Salinas; después sus restos fueron incinerados en el tanatorio de Avilés.
Familiares y amigos introducen el féretro de Carrillo en la
iglesia.
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