domingo, 2 de noviembre de 2014

Fallece a los 87 años de edad el empresario Juan Blas Sitges Menéndez

  • Fue director general de la Real Compañía de Minas y también trabajó en Asturiana de Zinc, donde fue asistente del presidente

  • FERNANDO DEL BUSTO
  • A los 87 años de edad, fallecía ayer en Madrid Juan Blas Sitges Menéndez, el mayor de los cinco hijos, de los que aún viven tres hermanos, de Juan Sitges y Fernández-Victorio, y vinculado estrechamente a Castrillón por su actividad en la Real Compañía Asturiana de Minas (RCA) y, posteriormente, con Asturiana de Zinc (AZSA), empresa donde ocupó diferentes responsabilidades.
  • El fallecimiento de Juan Blas Sitges se producía a media tarde del sábado. A pesar de su edad, el próximo 26 de enero cumpliría 88 años, nada hacía presagiar el fatal desenlace hasta que la semana pasada enfermó.
  • Ingeniero de minas, al igual que su padre, Juan Blas Sitges asumió la dirección general de la fábrica de Arnao de la Real Compañía y apoyó la creación, a finales de la década de los 50, de Asturiana de Zinc (AZSA). Por sus conocimientos, su actividad se centró en las posibilidades metalúrgicas del zinc y sus derivados. Perteneció a su consejo de administración hasta los años 80. A mediados de los años 60, Juan Blas Sitges se trasladó a Madrid, donde estableció su residencia al trabajar en las oficinas de AZSA en la capital. En Asturiana de Zinc fue asistente del presidente
  • Entre 1962 y 1965 presidió el Real Club Náutico de Salinas. Su residencia en Madrid no provocó que cortase su relación con la comarca, que mantuvo durante toda su vida. De hecho, hace apenas tres semanas visitó Salinas, almorzando con su hermano Fernando y antiguos directivos de Asturiana de Zinc.
  • Su trabajo en AZSA se mantuvo en la línea iniciada por su bisabuelo, Juan Blas Sitges y Grifoll, cuando fue nombrado director general de la Real Compañía Asturiana de Minas. Empresas con vocación de liderazgo, una envidiable salud económica y con una política interna en la que se primaba el cuidado hacia los trabajadores. También se dedicó a la investigación y cuenta, al menos, con un par de patentes sobre procesos para la recuperación del zinc.
  • Desde sus responsabilidades, siempre se preocupó por mejorar y modernizar no sólo las instalaciones productivas, sino también las relaciones laborales. Así, en 1962, fue el impulsor de los primeros convenios colectivos que se firmaban en la región y que marcaban una época en las relaciones de los trabajadores y la empresa.
    Gracias a su trayectoria y la importancia de AZSA, Juan Blas Sitges, al igual que sus hermanos, se ganó un merecido reconocimiento social y empresarial en la comarca y Asturias.
  • De esta manera, se puede entender su capacidad de interlocución ante las autoridades asturianas y que llevó a que, en 1993, presentase, junto con José de la Serna, al francés Maurice Jean Lauze, y su proyecto para invertir en una planta petroquímica en las inmediaciones de El Musel. La idea de la inversión no era nueva y Sitges apoyaba lo que consideraba un proyecto que podía impulsar la reindustrialización de la región. No se puede olvidar que se hablaba de 4.000 empleos directos.
  • Una mancha en su carrera
    Era el origen del Petromocho, un escándalo que provocó la dimisión del entonces presidente Juan Luis Rodríguez Vigil y una condena de un año de cárcel para el intermediario francés que había engañado a Sitges y De la Serna con el fin de intentar estafar al Gobierno asturiano, según señaló en su día la sentencia.
    Tras este episodio, Juan Blas Sitges regresó a su habitual discreción, reforzada por mantener su residencia en Madrid, aunque nunca perdió la relación con la comarca y, especialmente, Salinas, localidad a la que acudía con frecuencia.
    Quienes lo conocieron, destacan de él su don de gentes y la facilidad que tenía para establecer relaciones personales. Hombre culto y agradable conversador, no era una persona ajena a la realidad de la sociedad.
  • Juan Blas Sitges.

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