domingo, 2 de noviembre de 2014

Noel Iglesias, un trabajador que buscó en la mar una salida a la crisis de la construcción

  • Sus allegados destacan el carácter familiar y afable de este joven langreano asentado en Pravia desde su boda

  • F. DEL BUSTO
  • Si siempre resulta trágica la muerte de una persona joven, cuando se dan las circunstancias que han concurrido en la tragedia que acabó con la vida de Noel Iglesias es fácil de entender el sentimiento de dolor e impotencia de sus amigos y familiares.
  • Nacido en Langreo hace 39 años, en el pueblo de La Nueva, Ciaño, Noel era el mayor de tres hermanos, dos chicos y una chica, con los que siempre ha estado muy unido. Tras su infancia en las Cuencas, siendo un adolescente su familia se trasladó hasta Avilés donde su padre trabajaba en lo que hoy es ArcelorMittal. Posteriormente, viviría una temporada en Oviedo hasta que conoció a su esposa, Ana Romero, lo que le llevó a regresar a la comarca y asentarse en Pravia, donde era una persona conocida y muy querida.
  • Laboralmente, su actividad se centró en la construcción, sobre todo en las obras públicas, donde era un profesional bien considerado, según las personas que lo conocieron. Dispuesto a colaborar siempre con sus amigos, su gran pasión era su familia y, especialmente, su hija de doce años, por la que se desvivía.
  • Hace tres años, la crisis económica provocó que perdiese su actividad económica y pensase en una salida profesional en la mar. No era un medio nuevo para él. En su adolescencia había practicado surf y salía a pescar con frecuencia. Incluso contó con algunos contratos en el sector hasta que hace un año decidió sacarse su licencia profesional y reorientar su actividad hacia una actividad que siempre le había gustado y conocía. Este año vivía su primera temporada como mariscador profesional. Quienes le conocen aseguran que era previsor y que se preocupaba por su seguridad en una actividad de alto riesgo como es la de la recogida del percebe

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