domingo, 7 de octubre de 2012

Conjunto Histórico Industrial de Arnao

El 30 de abril de 1834, Nicolás Maximiliano Lescinne, un banquero belga, y los españoles Jose María Ferrer y Felipe Riera firmaron bajo notario los acuerdos de su sociedad. El capital de la Real Compañía Asturiana de Minas de carbón fue fijado en 450000 reales de vellón, y dividida en partes iguales. En principio la instalación de la sociedad en Arnao iba encaminada a la concesión de la licencia pertinente para la fabricación de cañones y otros armamentos para la marina de la guerra española, cometido que le fue asignado a la fábrica de Trubia, dedicándose durante estos años a la explotación de la mina de carbón de Arnao.
Durante los quince años siguientes de 1834 1849, la nueva sociedad no tenía grandes resultados, ya que la mayor parte de la producción del carbón se destinaba a consumo doméstico, no existiendo en la región ninguna tradición de consumo industrial del mismo. Además, la situación del emplazamiento hacía muy difícil su transporte. No obstante, la concesión minera obtenida por los belgas del Gobierno español era muy ventajosa para ellos, ya que implicaba una serie de privilegios, entre los que se encontraban las franquicias aduaneras para la importación de toda maquinaria y la exención de impuestos durante 25 años.

En mayo de 1851, Jules Hauzeur presenta un estudio concluyente sobre la necesidad de instalar una fundición de zinc en Arnao, aprovechando la calamina (silicato de zinc) de las minas de Cantabria y de blenda en Guipúzcoa y el carbón producido en Arnao. La ubicación más lógica de la industria del zinc es Arnao, ya que se precisaban siete toneladas de carbón por dos de mineral para producir una tonelada de zinc. Tenía que fundar una nueva sociedad que dispusiera de muchos más medios financieros para hacer frente a las fuertes inversiones, entrando en la misma nuevos capitales españoles y extranjeros.
En 1852 con la incorporación de Jonathan-Raphael Bischoffsheim se constituye en Bélgica la “Societe pour la production du zinc en Espagne” que dará lugar en 1854 al establecimiento en España de la Real Compañía Asturiana de Minas – sociedad para la producción de zinc en España. A finales de 1854 se produce la compra de los terrenos de las colinas y valles de Arnao para la instalación de la fundición, a la vez que presionaban sobre el gobierno español para conseguir la mejora del puerto de Avilés. También este año la compañía compra a la municipalidad el arenal del Espartal, que se extendía desde las colinas de Arnao hasta el puerto de Avilés, comprometiéndose la compañía fijar las dunas móviles mediante la plantación de pinos, evitando así que se aterrara la vía que pensaban construir para unir por ferrocarril la empresa y el propio puerto de Avilés, mediante la construcción de un túnel que atravesara la colina de Arnao. La producción de los hornos de zinc de Arnao comenzó el 15 de octubre de 1855 con una capacidad de 3000 ton/año.
El 8 de octubre de 1957 dada la positiva experiencia noruega con la producción de zinc electrolítico se establece la empresa “asturiana de zinc, sociedad anónima AZSA” participada al 50% por la Real Compañía Asturiana de Minas. La nueva compañía de zinc electrolítico de San Juan de Nieva tiene en 1960 una capacidad inicial de 15000 ton/año, capacidad que va aumentando progresivamente hasta las 320000 ton/año de la última década del s.XX
En 1983 la RCAM es absorbida por AZSA


Barrio de la Mina.
Castillete, Casino, Edificios Auxiliares, Playa y Tunel

El castillete de la mina, al margen de la calidad de su diseño, es el más antiguo de Asturias.
Desde 1831 ya existían descripciones del yacimiento subterráneo de Arnao, muy valorado por su gran espesor, que llevaban a afirmar en la época que “se veía asomar el carbón por todas partes”. El yacimiento carbonífero de Arnao y Santa María del Mar proporcionaba un carbón pobre, seco y poco bituminoso (lo que invalidaba su conversión en coque y su utilización en los hornos altos de la incipiente siderurgia asturiana), que le hacía altamente apropiado para el beneficio del zinc.
La importancia de la RCAM queda atestiguada en la visita que en 1858 realiza la reina Isabel II a sus instalaciones, en el transcurso del cual la soberana utiliza la línea férrea de la compañía y desciende a la mina de Arnao
En 1903 el criadero carbonífero de Arnao comienza a padecer las primeras dificultades, pues comienzan las primeras filtraciones de agua de mar. En el año de 1905 se produce una gran filtración de 2000 a 3000 metros cúbicos por día, reduciéndose la explotación sólo a las capas de carbón que se encuentran por encima del nivel del mar. En 1915 cuando los trabajos se encontraban a 500 metros de la costa, ante una filtración de agua de mar se inundó completamente, teniendo que ser abandonada para siempre.
El casino de Arnao fue construido hace más de cien años por la Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) y actualmente está incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias dentro del conjunto histórico industrial de Arnao. Es un edificio de planta rectangular que está emplazado sobre el acantilado de la zona occidental de la playa. El edificio está alineado con el castillete de la mina y la sala de máquinas. La cubierta está realizada en cinc y gran parte de las paredes son de ladrillo macizo.

La Real Compañía Asturiana de Minas era una empresa paternalista que, como la avilesina Ensidesa, aspiraba a cubrir el tiempo libre de sus empleados. Construyó el casino de Arnao, con teatro incluido para los obreros.
Lo que hoy es la zona en la que está situada la playa hace 400 millones de años era punta de lanza del continente de Godwana y estaba situada al sur del trópico de Cáncer. Temperaturas y aguas cálidas, zona desértica sobre la plataforma continental y una vida en ebullición bajo el mar de la que hoy sólo quedan restos en forma de fósiles. Esta zona era un arrecife de mares cálidos con una gran cantidad de organismos que debido al proceso geológico derivó en un choque continental que provocó los curiosos pliegues de las rocas de Arnao. En medio de esta situación, llegaría la época del Carbonífero, en la que, ya con vegetación poblando el continente, se produjo un fenómeno que derivó en la formación de betas de carbón.


Barrio de la Fábrica.
La Casona, Escuelas del Ave María, Residencia de Invitados, Casas de Ingenieros, Viviendas Unifamiliares, Cuarteles, Parque y Garages, Casa del Químico, Laboratorio, Oficinas RCAM, Economato, Hospitalillo
La Casona. Es el edificio residencial de mayor envergadura del concejo emplazada en un promontorio junto al mar, dominando visualmente las instalaciones fabriles y el poblado, lo que logra un eficaz impacto visual y escenográfico que le confiere un cierto rasgo palaciego.
El bloque delantero se construyó hacia 1880, el posterior es más tardío, 1903.
Está formado por dos bloques de planta rectangular, orientados de Este a Oeste, dispuestos en paralelo y unidos por un corredor transversal volado. El bloque delantero se construyó en primer lugar, y está resuelto en un estilo neorrenacentista.. Alcanza tres pisos de altura y se cubre a dos aguas. Quizás algo austero y monótono en el diseño de sus fachadas lo que evidencia un eco de construcción fabril, la fachada es muy horizontal; de composición simétrica, privilegia la calle central destacándola con el remate en el astial apuntado.

La puerta y las ocho ventanas del bajo son en arco de medio punto, y las del principal, a eje con las anteriores, en arco escarzono. Sobre la puerta destaca un balcón volado, corrido con balaustrada de zinc, soportado por cuatro grandes mensulones, que se corresponde en el último piso con tres balcones menores. Los tres huecos del ático, se cierran con dintel. Los marcos son moldurados; este enmarque se realiza en chapa de zinc, enmascarado con pintura rojiza para sugerir un marco de ladrillo. Hacia el lateral oeste aparece una terraza descubierta, con balaustrada. A continuación, se incorpora, muy retrasado respecto al plano de la fachada el pequeño volumen de la capilla, con ventana triple en medio punto peraltado, de lejana inspiración prerrománica, culmina en pequeña espadaña de madera.

El bloque posterior es de concepción más sencilla y tiene bajo casi en semisótano, piso y bajo cubierta abuhardillado. Presenta dos entredós (al norte y al oeste), con escaleras que conducen al piso alto, protegidas por tejadillo (hace pocos años conservaban los anticuerpos acristalados, tratados como miradores que las protegían del viento) y como única fuente de luz y ventilación de la planta inferior una serie de ojos de buey. Todos los vanos de este cuerpo se enmarcan con ladrillo, material con el que se destacan las impostas y esquinas. Las dos vertientes del tejado están coronadas por mansardas francesas, cilíndricas.
Entre ambos edificios, el patio rectangular, abierto en los dos lados cortos hacia los antiguos jardines. El corredor transversal abierto en un ventanal cuádruplo en el centro, con pilastrillas, balaustres y pequeño frontón, comunica con un puente tendido a la altura del piso primero las dos estructuras. Las cubiertas, los aleros, los recercos, los balaustres y la mayoría de los detalles decorativos son de zinc.

Escuelas del Ave María.  A principios del siglo XX, en el ámbito empresarial, imperaba el “paternalismo”, es decir, las empresas trataban de cubrir todas las necesidades de sus obreros, Alimentación: Se crearon los economatos. Salud: Las empresas tenían médicos y hospitales que atendían tanto a sus obreros como a las familias de estos. Ocio: Casino, cine, campo de futbol. Educación: Escuelas.
La finalidad última de la escuela era educar a su futura fuerza laboral, y de paso, poner freno a las ideologías obreristas y revolucionarias.
Pero al fin y al cabo, educación es educación y en este sentido, los niños de Arnao, fueron unos privilegiados, en un país donde el índice de analfabetismo se acercaba al 70 %, en Arnao no había analfabetos.
La Empresa, desde la fundación de las Escuelas, en 1913, se ocupó de su mantenimiento y dotación, haciendo gala de no escatimar esfuerzos para que la educación fuese excelente, consiguiendo que las Escuelas del Ave María fuesen un referente de la época en cuanto a su calidad educativa.
Seguían las teorías del padre Manjón: educación campestre, humana, práctica, libre, patriótica, cristiana, gratuita, popular y fomentadora de vínculos sociales.

Las clases en Arnao, siempre fueron mixtas, eso sí, los niños a un lado y las niñas a otro, algunas actividades eran exclusivas de niños o de niñas, por ejemplo a las niñas se las enseñaba a bordar, y en la Fiesta del Árbol, se hacia una exposición con los trabajos del curso. Los niños durante la posguerra desfilaban en el patio con mosquetones de madera, y por parejas hacían guardia ante la Cruz de los caídos.
Otras actividades aparte de las clases, también eran mixtas, el coro, las excursiones..
El conjunto escolar consta de un edificio principal y dos menores de ladrillo macizo visto que estuvieron dedicados a parvulario. La escuela adopta planta en forma de cruz. La cubierta es en todos a dos aguas, con chapa de zinc. Se levanta sobre un semisótano, delimitado por una línea en resalte e iluminado por ojos de buey con enmarque de ladrillo. En las alas, las aulas abren al exterior dos amplias ventanas en cada lado, con vanos separados por finas pilastras de ladrillo, alféizar corrido, moldurado y dintel resaltado que se decora con piezas alargadas de mortero de cemento a modo de capitel.

En todo el exterior el ladrillo se deja visto. Como recurso decorativo se juega con una discreta bicromía (piezas de tono más claro junto a otras oscuras) y con la colocación, formando hiladas en las que alternan los dispuestos longitudinalmente con los transversales. En el edificio prima lo funcional y utilitario sobre la vertiente estilística o decorativa.
En los patios traseros se dispone un amplio repertorio de cuadros didácticos, realizados en relieve en el suelo, en los que aparece un mapamundi, el mapa de España, el de Asturias, la rayuela, los números romanos, un reloj, figuras geométricas y un cuadro de gramática.

Viviendas.  Las casas de los obreros, de diferentes tipologías y construidas entre los años 1880 y 1903. Son unifamiliares, yuxtapuestas dos a dos o formando alineaciones, de dos pisos y con un pequeño patio delantero; algunas con huerta detrás. Parte de ellas cuentan con un elemento típico de la arquitectura tradicional asturiana: el corredor de madera. En Arnao llegaron a trabajar, entre la mina y la fábrica, unos 800 obreros. Cabe destacar la diferencia entre las viviendas de los obreros, los empleados y los ingenieros.
Curiosamente, la empresa no construyó nunca una iglesia en el poblado de Arnao, al contrario de lo que era habitual.

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