La embarcación «Victoria L», del ovetense afincado en Salinas Anselmo López Acha, se alza con el triunfo en el Campeonato de Asturias de pesca de altura
Amaya P. GIÓN
Los tripulantes de la embarcación «Victoria L» son los reyes del bonito. Anselmo López Acha, ovetense afincando en Salinas (Castrillón), es el armador de este barco bautizado con el nombre del éxito y que va de victoria en victoria. El pasado fin de semana se alzó con el Campeonato de Asturias de pesca en altura con sede en el Puerto de Gijón y el grupo de López Acha atesora ya un importante palmarés. ¿El secreto? «Suerte y saber encontrar el bonito, aunque se dan muchos condiciones, como la temperatura del agua o las corrientes», explica el vencedor.
La afición a la pesca le viene a este industrial desde la juventud. «Salía a pescar con mi padre y con mi hermano. Al bonito, en concreto, empecé a salir hace unos veintidós años», relata. A López Acha se le dio bien la captura de los túnidos y fueron sus amigos quienes le animaron a competir. «Participamos en los campeonatos un grupo de cinco amigos. Cada uno desempeña una tarea y entre todos ganamos o perdemos», señala el pescador para repartir méritos.
La tripulación del «Victoria L» ha ganado dos de las tres ediciones del Campeonato de Asturias de pesca de altura (lo organiza la Federación Española de Pesca), se alzó en dos ocasiones con el Campeonato Social y también se llevó el «oro» en el concurso de altura del Club Náutico Bahía de Lastres en 2010. En la competición del pasado fin de semana, sus tripulantes pescaron 85 bonitos pequeños, el mayor de siete kilos de peso.
López Acha y compañía se han planteado en varias ocasiones dar el salto al campeonato oficial. «Lo que ocurre es que se suele organizar en Denia (Alicante) en época de trabajo. Participar requiere pasar allí al menos cinco días con todo lo que ello conlleva. Quizás el año que viene, pero con los tiempos que corren por ahora no es factible», argumentó.
La mar, la pesca, es la gran pasión del armador del «Victoria L». Que el pez pique es uno de los premios de su afición, pero las travesías son un regalo en sí mismas. «Es un placer salir de noche, ver el amanecer, y regresar a última hora de la tarde, a la vez que se pone el sol. La tranquilidad es absoluta. Y también es un gusto conocer a tripulaciones de otras embarcaciones, incluso de fuera de Asturias. La pesca es como cualquier otro deporte. Hay gente que disfruta de los paseos por la montaña. A mí me apasiona la mar», explica.
Lo que no consigue argumentar es por qué prefiere pescar túnidos a otras especies del Cantábrico. «Empecé con las lubinas pero acabé enganchándome al bonito. Otros pescan a fondo o van a los calamares», dice.
López Acha y sus amigos y compañeros de afición suelen adentrarse en la mar (a unas veinte o treinta millas de la costa) entre los meses de julio y octubre, cuando los túnidos están más próximos a la costa. «Depende de la temporada. Por ejemplo, el año pasado hubo bonitos hasta mediados de octubre, y el anterior hasta principios de noviembre», aclara este aficionado a la pesca deportiva.
La temporada de 2012 lleva a su fin y pronto habrá que guardar las cañas hasta el próximo verano. Quizá en 2013 Anselmo López Acha consiga superar su propio récord: «Hace cinco años pesqué un bonito de 104 kilos».
Amaya P. GIÓN
Los tripulantes de la embarcación «Victoria L» son los reyes del bonito. Anselmo López Acha, ovetense afincando en Salinas (Castrillón), es el armador de este barco bautizado con el nombre del éxito y que va de victoria en victoria. El pasado fin de semana se alzó con el Campeonato de Asturias de pesca en altura con sede en el Puerto de Gijón y el grupo de López Acha atesora ya un importante palmarés. ¿El secreto? «Suerte y saber encontrar el bonito, aunque se dan muchos condiciones, como la temperatura del agua o las corrientes», explica el vencedor.
La afición a la pesca le viene a este industrial desde la juventud. «Salía a pescar con mi padre y con mi hermano. Al bonito, en concreto, empecé a salir hace unos veintidós años», relata. A López Acha se le dio bien la captura de los túnidos y fueron sus amigos quienes le animaron a competir. «Participamos en los campeonatos un grupo de cinco amigos. Cada uno desempeña una tarea y entre todos ganamos o perdemos», señala el pescador para repartir méritos.
La tripulación del «Victoria L» ha ganado dos de las tres ediciones del Campeonato de Asturias de pesca de altura (lo organiza la Federación Española de Pesca), se alzó en dos ocasiones con el Campeonato Social y también se llevó el «oro» en el concurso de altura del Club Náutico Bahía de Lastres en 2010. En la competición del pasado fin de semana, sus tripulantes pescaron 85 bonitos pequeños, el mayor de siete kilos de peso.
López Acha y compañía se han planteado en varias ocasiones dar el salto al campeonato oficial. «Lo que ocurre es que se suele organizar en Denia (Alicante) en época de trabajo. Participar requiere pasar allí al menos cinco días con todo lo que ello conlleva. Quizás el año que viene, pero con los tiempos que corren por ahora no es factible», argumentó.
La mar, la pesca, es la gran pasión del armador del «Victoria L». Que el pez pique es uno de los premios de su afición, pero las travesías son un regalo en sí mismas. «Es un placer salir de noche, ver el amanecer, y regresar a última hora de la tarde, a la vez que se pone el sol. La tranquilidad es absoluta. Y también es un gusto conocer a tripulaciones de otras embarcaciones, incluso de fuera de Asturias. La pesca es como cualquier otro deporte. Hay gente que disfruta de los paseos por la montaña. A mí me apasiona la mar», explica.
Lo que no consigue argumentar es por qué prefiere pescar túnidos a otras especies del Cantábrico. «Empecé con las lubinas pero acabé enganchándome al bonito. Otros pescan a fondo o van a los calamares», dice.
López Acha y sus amigos y compañeros de afición suelen adentrarse en la mar (a unas veinte o treinta millas de la costa) entre los meses de julio y octubre, cuando los túnidos están más próximos a la costa. «Depende de la temporada. Por ejemplo, el año pasado hubo bonitos hasta mediados de octubre, y el anterior hasta principios de noviembre», aclara este aficionado a la pesca deportiva.
La temporada de 2012 lleva a su fin y pronto habrá que guardar las cañas hasta el próximo verano. Quizá en 2013 Anselmo López Acha consiga superar su propio récord: «Hace cinco años pesqué un bonito de 104 kilos».
Anselmo López Acha, ayer, en la «Victoria L», en el puerto deportivo de Avilés. |
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