jueves, 31 de enero de 2013

Dos personas, heridas en el incendio de un hórreo centenario en Ranón

Un vecino de 60 años, con pronóstico reservado por quemaduras en la cara, brazos y piernas, y una joven de 24 años se quemó en un pie

Ranón, Ignacio PULIDO

Dos personas resultaron ayer heridas en el incendio de un hórreo de más de cien años en el barrio de Las Cruces (Ranón). Las llamas se declararon en torno a las siete de la madrugada y calcinaron por completo la estructura del inmueble. Un hombre, cuya identidad responde a las iniciales A. F. M. y de sesenta años de edad, sufrió quemaduras en la cara, los brazos y las piernas. Su pronóstico es reservado. La otra afectada fue una joven cuya identidad responde a las iniciales E. A. A. y de 24 años de edad. Sufrió una quemadura leve en un pie. Los propietarios señalan que el inmueble poseía más de cien años de antigüedad.

El suceso tuvo lugar en torno a las siete y veinte de la madrugada. A esa hora, los propietarios del inmueble se percataron de que se había desatado un incendio en el hórreo. De inmediato, avisaron al centro de coordinación de emergencias del 112-Asturias. Acto seguido, trataron sin éxito de sofocar las llamas con la ayuda de una manguera de jardín. Los Bomberos de Asturias con base en Pravia movilizaron dos autobombas y se activó a otra dotación en Avilés para que acudiese al lugar de los hechos con una autobomba nodriza. Al final no fue precisa la intervención de los efectivos avilesinos.

Cuando los bomberos llegaron a Las Cruces el hórreo ya había sido calcinado casi por completo. Las llamas se dieron por controladas a las ocho y diez y se realizaron labores de desescombro y enfriamiento hasta las nueve.

Los dos heridos en el suceso sufrieron quemaduras durante las labores de extinción del incendio. Ambos fueron atendidos en el centro de salud de San Juan de la Arena. Allí se decidió que A. F. M. fuese trasladado al Hospital Central Universitario de Asturias debido a sus heridas. Al cierre de esta edición, su pronóstico era reservado a la espera de más pruebas. Por su parte, el hórreo se calcinó por completo. Las llamas redujeron su estructura a escombros y cenizas. El fuego también afectó a otro hórreo próximo.

Estado en el que quedó el hórreo calcinado ayer en Ranón.
Estado en el que quedó el hórreo calcinado ayer en Ranón.

miércoles, 23 de enero de 2013

El fuerte oleaje obliga a cerrar el Museo de Anclas en Salinas y la playa del Dólar

Las ramas de árboles y la basura procedente de las riadas, sobre todo del Nalón, continúan llegando a los arenales castrillonenses

Salinas, Inés MONTES

El temporal marítimo que ayer afectó al Cantábrico y al litoral castrillonenses con olas de más de siete metros, obligó al cierre del Museo de Anclas Philippe Cousteau de La Peñona y la playa del Dólar. El oleaje afectó durante toda la jornada a las playas castrillonenses que no se han recuperado aún de las riadas del fin de semana que han dejado los arenales llenos de ramas de árboles y basura. La Peñona y la playa del Dólar se cerraron ayer poco antes de la pleamar de la una y media de la tarde y el cierre se mantuvo por la noche ya que la pleamar prevista para después de la una de la madrugada anunciaba un oleaje aún mayor que el diurno, según fuentes de la Policía Local.

Asimismo, durante la tarde de ayer, los operarios del refuerzo de limpieza de playas decidido por Daorje, la empresa que gestiona el servicio municipal de limpieza se vieron en dificultades para retirar los troncos y la basura de las playas de Salinas, El Espartal y San Juan. La mar sigue depositando en las playas los restos de las riadas sobre todo del Nalón. El temporal también afectó al litoral oriental castrillonense ya que el oleaje castigó la playa y el dique de San Juan de Nieva.

La alcaldesa, aseguró ayer que pese a los esfuerzo del Ayuntamiento y de Daorje, será necesario que el Ministerio de Medio Ambiente acometa la limpieza de las playas en las que se concentran toneladas de madera. Además, la Confederación Hidrográfica, dijo, deberá hacerse cargo de la limpieza de los ríos para evitar las inundaciones de fincas y viviendas que el fin de semana sufrieron los vecinos de Raíces Viejo y de Santiago del Monte. «Confiamos que para Semana Santa, a finales de mayo, las playas castrillonenses estén limpias y en buen estado, como estaban antes de las riadas», concluyó.

El temporal azotando ayer La Peñona, en Salinas, cuyo acceso al público quedó cerrado.
El temporal azotando ayer La Peñona, en Salinas, cuyo acceso al público quedó cerrado.

lunes, 21 de enero de 2013

Un manitas a escala

Juan Luis Gutiérrez ha concluido la miniatura de la iglesia de El Puerto y ahora prepara la maqueta de las antiguas escuelas de Raíces Viejo

Santa María del Mar,

Inés MONTES

Los edificios históricos del concejo no tienen secretos para Juan Luis Gutiérrez. Artesano por hobby desde hace más de 30 años, este castrillonense de adopción ya que nació en el municipio limítrofe de Soto del Barco, ha realizado maquetas a escala natural del castillete de la mina de Arnao, la iglesia de Piedras Blancas y ahora ha terminado la de la iglesia de El Puerto (Santa María del Mar). Tiene una amplia producción que incluye casi todos los elementos asturianos como hórreos, paneras, carros o utensilios de labranza. Mientras da los últimos toques a la maqueta de la iglesia de El Puerto en su taller de Arancés ya prepara la de las antiguas escuelas de Raíces Viejo.

«La maqueta he tardado casi tres años en realizarla. Para la iglesia de El Puerto no he calculado definitivamente todos los materiales que utilice pero creo que fueron unas 100.000 piedras de canto; son piedritas que tuve que labrar. La iglesia ahora no tiene la piedra vista, pero la original sí y quizás algún día se hagan esas obras», señaló Juan Luis Gutiérrez.

La iglesia de El Puerto, de autor desconocido, fue construida en el siglo XVIII. De estilo popular, consta de una nave rectangular con pórtico lateral cerrado en el que está el único acceso al templo. Asimismo, tiene una espadaña de piedra y todo el conjunto está en buenas condiciones de conservación. En el catálogo urbanístico del Ayuntamiento de Castrillón, pendiente de aprobación definitiva, el edificio religioso está catalogado con protección integral ya que su nivel artístico es singular y representativo de la arquitectura religiosa asturiana del siglo XVIII.

«Ya tengo en marcha un nuevo proyecto y es la maqueta de las antiguas escuelas de Raíces Viejo. Ya estoy trabajando con los planos y con fotografías antiguas porque el edificio actual que acoge el consultorio médico fue rehabilitado en varias ocasiones y ha cambiado, por eso he acudido a fotos antiguas», manifestó. El artesano está encontrando dificultades en conseguir una imagen fiel del edificio centenario de Raíces Viejo.

Juan Luis Gutiérrez realizó hace años la miniatura del castillete de la mina de Arnao y hace poco más de dos años concluyó la maqueta de la iglesia de Piedras Blancas cuya construcción le llevó cinco años. Solo para el campanario de la iglesia de la capital del concejo Gutiérrez utilizó 70.000 ladrillos de 8 milímetros de largo, 2,5 de grueso y 4 de ancho cada uno. Los ladrillos de barro cocido los elaboró en su taller de Arancés donde también labró las piedras que lucen, como en el original, en la fachada principal que da a la plaza de Europa.

Juan Luis Gutiérrez ha aprovechado su arte para elaborar el belén que la asociación de vecinos de Santa María del Mar, que preside desde hace cinco años, instala cada Navidad en el local social de Las Chavolas.

El artesano castrillonense ha expuesto sus trabajos en varias ocasiones en Piedras Blancas, Arnao y otras localidades asturianas. Asimismo, las miniaturas de Juan Luis Gutiérrez han estado expuestas en la Casa de Asturias de Bruselas (Bélgica). «Yo solo hago algo que me gusta mucho y me emociona que la gente los aprecie», concluyó.

Juan Luis Gutiérrez, con la miniatura de la iglesia de El Puerto (Santa María del Mar).
Juan Luis Gutiérrez, con la miniatura de la iglesia de El Puerto (Santa María del Mar).

A la izquierda, la maqueta del castillete de la mina de Arnao. A la derecha, la de la iglesia de Piedras Blancas.
A la izquierda, la maqueta del castillete de la mina de Arnao. A la derecha, la de la iglesia de Piedras Blancas.

El Cañón de Avilés, donde vive el kraken en Asturias

Luis Laria, de la Cepesma: «En la fosa submarina el recurso alimentario es abundante para los calamares gigantes»

Myriam MANCISIDOR
El kraken existe. Aquel monstruo que imaginó Julio Verne con «tentáculos que pueden abrazar un buque de quinientas toneladas y llevárselo a los abismos del océano» ha sido filmado por primera vez nadando majestuosamente a más de 600 metros de profundidad en el Pacífico, cerca de la isla de Chichijima, en las proximidades de Tokio (Japón). Cuerpo de plata, ojos negros, inmensos... El «Architeuthis dux» (calamar gigante) era, hasta el momento, un desconocido. Tanto es así que hasta hace relativamente poco tiempo se pensó que su existencia era fruto de la febril imaginación de los marineros. Pero nada más lejos de la realidad: el kraken de 2013 ha sido pillado «in fraganti» en su medio natural.

El responsable de la Coordinadora para la Protección de las Especies Marinas (Cepesma), Luis Laria, lleva ya años estudiando y difundiendo las características de esta especie colosal que, salvando las distancias, podría compararse con un dinosaurio en tierra. No es de extrañar. En Asturias, el kraken tiene, incluso, nombre propio: «Peludín», como le conocen los lobos de mar de la región. «Atendiendo a los registros de varamientos llama la atención la especial incidencia de éstos en las aguas asturianas donde se han contabilizado un total de 49 varamientos desde el año 1952», explica Laria.

Agrega: «La frecuencia de estos hallazgos se debe a la existencia de una zona denominada Caladero de Carrandi y otras como el Cañón de Avilés, una fosa submarina localizada a 7 millas de la costa y que alcanza los 4.750 metros de profundidad donde le son ventajosas las particularidades orográficas y las corrientes marinas. En este enclave el recurso alimentario es, además, abundante». En este paraje misterioso -a partir de los 80 metros reina la oscuridad, en la zona afótica en el Cañón de Avilés- asegura Laria que reside «Peludín», el gigante de las aguas que desde hace días lidera audiencias. La cadena nipona NHK y la estadounidense Discovery Channel han dado a conocer días atrás imágenes del «Architeuthis dux» tomadas el pasado verano. En estas tareas colaboró también la Cepesma, que aportó a la productora documentación sobre estos cefalópodos.

«El calamar gigante Architeuthis es una especie cosmopolita que habita en todos los océanos del mundo excepto en aguas polares y en el área comprendida entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio», sentencia Laria. Y Asturias les gusta. Aunque los registros de esta especie en la región son siempre fruto de varamientos: alrededor de un 80 por ciento responde a capturas accidentales por artes de arrastre. «El resto de varamientos (cinco ejemplares en el año 2001 y cuatro en 2003) coinciden con la presencia de barcos que realizaban trabajos de investigaciones geofísica para conocer reservas de petróleo y gas natural en los fondos marinos». Las cifras que maneja Luis Laria indican, así, que aquel escurridizo calamar gigante al que dio protagonismo Herman Melville en «Moby Dick» era más que ciencia ficción.

Pero, ¿cómo es un «Architeuthis dux»? Luis Laria explica las características de estos gigantescos invertebrados que sólo poseen un pequeño huesecillo dentro de cada uno de sus tímpanos llamado estatolito.

l Tentáculos. Son extremadamente largos. Una hembra adulta puede llegar a tener un cuerpo de dos metros y medio de manto, más una cabeza de hasta ochenta centímetros de largo. La longitud total de estos animales puede alcanzar entre 18 y 20 metros, lo que significa que los tentáculos miden entre catorce y dieciséis metros de longitud. El ejemplar grabado hace unos meses por la cadena japonesa NHK tiene siete metros de longitud. Según la estimación de la Cepesma, no tiene todos los tentáculos principales, «posiblemente por la acción depredadora de algún animal, como tiburones, cachalotes e, incluso, algún congénere».

l Ojos y boca. Los ojos de los «peludines» están considerados los más grandes del reino animal, aunque no se descarta que el calamar colosal los tenga aún más grandes. Su boca cuenta con dos mandíbulas semejantes al pico de un loro, y de una rádula. Este pico está constituido por material fibroso muy duro (quitina). Sus bordes son afilados y cortantes permitiéndole romper caparazones de crustáceos, conchas y huesos. La rádula es una cinta sobre la que están fijados dientes minúsculos dispuestos en hileras transversales de siete piezas cada una. Su función es similar a la de una lengua rasposa: arrancar partes carnosas de estructuras duras.

l Manto. El manto del «Architeuthis dux» es un saco muscular fusiforme que contiene los órganos internos. Está constituido por tres capas musculares y la piel, todas bajo control nervioso. La musculatura del manto es la responsable de sus movimientos respiratorios, y del sistema de propulsión a chorro de los cefalópodos. La piel tiene numerosas bolsas y células con pigmentos responsables de la coloración y de los cambios de color del animal.

l Aletas. Los calamares gigantes poseen un par de aletas en el extremo del manto, de pequeño tamaño con los márgenes posteriores cóncavos. Estas aletas probablemente, a juicio de Laria, cum plan una función más de estabilización que de propulsión.

l Sexo. Como todos los cefalópodos, los sexos del calamar gigante están separados: siempre hay machos y hembras. Aunque en larvas y juveniles es difícil diferencias entre ambos sexos, a medida que el animal crece y va madurando aparecen diferencias morfológicas claros entre un sexo y otro. Estas diferencias, que permiten distinguirles externamente, se denominan dismorfismo sexual y se deben al desarrollo de los caracteres sexuales secundarios. Las hembras alcanzan tamaños más grandes que los machos. Su sistema de reproducción es por copulación. El pene del macho está muy desarrollado y sobresale varios centímetros por fuera del manto por lo cual parece probable, siempre según el coordinador de la Cepesma, que lo utilicen para traspasar directamente los espermatóforos a la hembra.

l Uso. El «peludín» no es comestible debido a su alto contenido de amoniaco que él mismo origina en su sistema.

El «Architeuthis dux» es, pues, una rareza zoológica que posee tres corazones y un cerebro desarrollado. Para dar con él es necesario que los científicos protagonicen largos viajes al mundo submarino, como los de Julio Verne pero con un kraken de tentáculos reales y ojos oscuros, gigantes.

Los expertos creen que el Principado tiene dos características naturales y otras dos sociales que hacen que estos cefalópodos tengan su «sede» en la región: los cañones submarinos que cortan transversalmente la plataforma, y que llegan hasta 20 o 30 millas de la costa son una de ellas y los bancos de «bacaladilla», su presa mayor según lo encontrado en sus estómagos. Esta especie come diariamente entre el ocho y el diez por ciento de su peso (una media de 100 kilos). La sensibilidad de los hombres de mar hacia esta especie de grandes dimensiones y el trabajo de la Cepesma también ha contribuido a el calamar gigante se haya asentado en Asturias. Así lo aseguraba el pasado octubre Ángel Guerra, investigador del Centro de Investigaciones Científicas (CSIC), durante una visita a Luarca (Valdés).

El Cañón de Avilés, a la hora de hacer alusión a las simas abisales asturianas, es uno de los lugares de mayor importancia para los «peludines», como conocen los marineros a los «Architeuthis dux». Avilés cuenta con el tercer cañón del mundo por su cercanía a la costa. La herida continental de la falla de Ventaniella, una fractura geológica que se diluye en las profundidades marinas, da origen a un accidente geográfico que a tan sólo ocho millas de la entrada de la ría alcanza 4.000 metros de profundidad.

En este enclave misterioso hay secretos que poco a poco salen a la luz. Científicos de diversa índole han protagonizado en los últimos tiempos campañas de estudio e investigación. Entre los hallazgos más destacados figura uno de los mayores arrecifes de coral blanco de Europa. Así, pues, corales de aguas frías, agregaciones de esponjas y erizos de profundidad son algunas de las especies que han descubierto los científicos del Instituto Español de Oceanografía a casi dos kilómetros bajo la superficie del mar. La vida bulle en el cañón de Avilés.

Pero aún hay más. Científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) mostraron recientemente su sorpresa por encontrar reclutas de merluza a grandes profundidades y en un cañón submarino, lo que su supuso una auténtica primicia para los conocimientos que se tenían hasta la fecha sobre esta importante especie de interés comercial que mantiene a gran parte de la flota pesquera asturiana. El próximo reto tal vez sea filmar, como en Japón, a los «peludines» en su medio natural. El Cañón de Avilés aún esconde muchos secretos.

Científicos de la Cepesma, haciendo la necropsia a un calamar gigante.
Científicos de la Cepesma, haciendo la necropsia a un calamar gigante.

domingo, 20 de enero de 2013

Luto por un «salinero» de pro

La muerte de Antonio Carrillo, que fue químico de AZSA, concita el pésame unánime por un hombre apreciado por su compromiso social

Salinas, I. MONTES

«Se ha muerto un hombre bueno». Así lamentaba ayer el fallecimiento de Antonio Carrillo Mateos, su amigo, médico y compañero de partido, el concejal del PP en Castrillón Juan Jonás Casares. El edil añadió cariñosamente: «Sólo tenía un defecto, que era seguidor del Barcelona». Y es que el amor al equipo de fútbol catalán le propicio a Carrillo muy buenos momentos a lo largo de su vida, incluso recientemente, cuando ya la enfermedad que sufría desde hace años le iba apagando, recibió una foto dedicada del jugador Gerard Piqué.

Antonio Carrillo era químico y casi toda su vida laboral estuvo ligada a Asturiana de Zinc (AZSA). Comenzó en la fábrica de Arnao y siguió en la de San Juan de Nieva. Pasó por los departamentos de fusión y colada, lixiviación y seguridad laboral y medio ambiente. Aunque castellano de nacimiento -como su esposa era oriundo de Salamanca- su amor a Salinas lo convirtió en bandera de su vida cotidiana. Sus caminatas por el concejo no las perdonó nunca. En los últimos tiempos, y siempre que su mal no se lo impedía, Antonio Carrillo acudía al paseo marítimo incluso en una silla de ruedas que conducía su mujer, Chus López.

El compromiso ciudadano de Antonio Carrillo era uno de los rasgos que ayer destacaban muchos de sus amigos y compañeros del PP. «En el PP era una persona muy querida por todos los militantes. Era muy ecuánime y desde luego muy trabajador», señaló Jesús Pablo González-Nuevo Quiñones, presidente de la junta local del PP de Castrillón. «En la ejecutiva que formamos en abril de 2009 Carrillo entro como vocal de la junta local. Después también formó parte de la candidatura con la que concurrimos a las elecciones municipales de Castrillón en mayo de 2011», dijo.

«En la junta local trabajo mucho y bien, por eso quise que se integrara también en la lista electoral. Su compromiso con la sociedad también llegó hasta la asociación de madres y padres de alumnos AMPA del instituto de Salinas, en el que estudió su hija. Pero Antonio Carrillo teníamos muchas más cualidades, era un hombre muy culto y un lector empedernido», indicó Quiñones.

La jornada de ayer sorprendió a familiares, amigos y compañeros de trabajo con la noticia de la muerte de Antonio Carrillo. Durante toda la jornada y hasta las seis de la tarde, hora en la que comenzó el funeral de cuerpo presente en la iglesia de Salinas, fueron decenas de personas las que acudieron al tanatorio de Avilés y al funeral a dar el pésame a su esposa, Chus López , a su hija Natalia Carrillo y al resto de la familia.

Acompañaron a la familia, entre otros, el director de Asturiana de Zinc (AZSA), Jaime Arias; Luis Rodríguez, jubilado de la empresa y actual presidente de la Escuela de Artes y Oficios de Avilés; Raimundo Abando, ex presidente de la Autoridad Portuaria de Avilés; Antonio Sabino, ex presidente de la Cámara de Comercio; así como Quiñones y gran número de miembros de la junta local y del grupo municipal del PP y trabajadores y directivos de AZSA.

La familia, amigos y compañeros de trabajo dieron su último adios ayer a Antonio Carrillo en el funeral que se celebró en la iglesia parroquial Nuestra Señora del Carmen de Salinas; después sus restos fueron incinerados en el tanatorio de Avilés.

Familiares y amigos introducen el féretro de Carrillo en la iglesia.
Familiares y amigos introducen el féretro de Carrillo en la iglesia.

Antonio Carrillo.
Antonio Carrillo.

sábado, 19 de enero de 2013

Juan Blas Sitges y Grifoll, un sabio olvidado

Don Juan Blas Sitges y Grifoll fue un verdadero 'uomo universale', como aquellos que dio el Renacimiento, porque este hombre, extraordinario por muchos conceptos en los tiempos modernos, cultivó con éxito las ciencias más dispares, tales como son la Administración, la Economía, la Ingeniería y la Historia y como veremos a lo largo de este artículo, en todas ellas destacó por su rigor y por sus profundos conocimientos. Merece, pues, nuestro personaje de hoy que le rescatemos del injusto olvido en el que yace, porque además de las razones mencionadas, fue un hombre que estuvo muy vinculado a nuestra comarca desde sus primeros años profesionales, pues fue Luarca su primer destino oficial como Vista de Aduanas. Ya en su madurez, visitó Asturias más frecuentemente y pasó aquí largas temporadas, y en sus últimos años residió permanentemente en Castrillón, donde su hijo, don Juan Sitges Aranda, era Ingeniero Director de la Factoría de Zinc de la Real Compañía Asturiana de Minas en Arnao. En esta localidad murió Juan Blas Sitges, tras una gloriosa ancianidad compartida con sus más allegados, y allí se le enterró en el cementerio de San Martín de Laspra, la pequeña parroquia castrillonense desde la que se domina un maravilloso panorama sobre la mar y la mayor playa de Asturias, le bellísima concha de Salinas-San Juan.
Juan Blas Sitges nació en Mahón el 24 de abril del año 1842. Fue hijo de un inteligente y muy bien considerado funcionario, Juan Sitges Faner, que quiso dar a su hijo una educación esmerada, y así, lo envió a Barcelona, donde, de 1854 a 1856 estudió en el seminario de los Escolapios de aquella ciudad, pasando seguidamente a Beziers (Francia) donde perfeccionó sus conocimientos en el Colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana durante más de tres años, haciéndolo con gran aprovechamiento y siendo absolutamente bilingüe ya en aquella temprana edad. Posteriormente llegó a dominar otros tres idiomas, además del catalán, el castellano y el francés.
Siguiendo el ejemplo paterno, optó para su futuro por el servicio del Estado y así se trasladó a Madrid, donde opositó y obtuvo brillantemente plaza en el Cuerpo Pericial de Aduanas, una de las carreras oficiales que ofrecía grandes dificultades de ingreso y en la que se exigían dotes de preparación, inteligencia y laboriosidad similares a las de cualquier Escuela Especial de Ingeniería. Terminó su carrera a los diez y ocho años y fue destinado a Luarca, donde comenzó a ejercer su profesión. En 1821 fue trasladado de Asturias a Barcelona. Allí, además de ejercer su profesión en la Aduana Nacional, ingresó en la Escuela Especial de Ingenieros Industriales, en la que se graduó con brillantez, destacando en el estudio y práctica de la Química Industrial, materia en la que llegó a ser una autoridad. Tanto es así que, destinado posteriormente a Madrid para ocupar un importante puesto en la Dirección General de Aduanas, desde el año 1867 dio clases de Química en una academia preparatoria para el ingreso en las distintas Escuelas Especiales de Ingeniería.
Su hoja de servicios al Estado es extraordinaria, sus ascensos en el Cuerpo de Aduanas hacia los cargos de responsabilidad que desempeñó no se debieron jamás al amiguismo personal ni, menos aún, a la coyuntura política. Los criterios de mérito y capacidad rigieron siempre su trayectoria profesional llevándole hasta la máxima categoría a que en su Cuerpo podía aspirar: la Dirección General de Aduanas en el Ministerio de Hacienda, puesto que si bien políticamente es considerado como 'cargo de confianza', en su caso, y habiéndolo rechazado en 1882, siendo ministro del ramo Camacho, hubo de aceptarlo en 1899, desempeñándolo hasta su merecida jubilación.
Trabajo para el Estado
Son innumerables las misiones administrativas, los informes técnicos y los trabajos profesionales que para la Administración del Estado hubo de realizar. Así, por ejemplo, en 1870 hizo un largo, penoso y exhaustivo trabajo analizando minuciosamente centenares de muestras de vinos españoles que sirvieron de base para un tratado comercial con Inglaterra. Fue este trabajo analítico fruto de sus conocimientos de química. Y fruto asimismo de su preparación como ingeniero industrial fue la publicación, en 1872, de un tratado sobre Artes Mecánicas y Procedimientos Industriales que alcanzó seis ediciones y que sirvió de texto a los peritos de esta especialidad. Asiduo colaborador de 'La Gaceta Industrial', publicó en dicho periódico numerosos artículos y otros muy interesantes trabajos técnicos y profesionales. A finales de 1877 fue comisionado a París para la firma de un tratado comercial que felizmente llevó a cabo en condiciones ventajosas para España. Intervino en el tratado de comercio con Suiza y en la reforma arancelaria de 1906. Y tras su jubilación aún desempeñó el cargo de vicepresidente de la Junta de Aranceles y Valoraciones, a la vez que dirigía los periódicos oficiales 'El Eco de las Aduanas' y 'La Crónica de la Industria', además de colaborar asiduamente en La Gaceta Industrial.
En 1896 realizó un largo viaje de trabajo por Europa para investigar e informar al Gobierno español de las causas de la bajada internacional del precio del trigo, cosa que afectaba profundamente a nuestra economía, en aquel entonces todavía muy dependiente del sector primario. Durante este periplo visitó y estudió las condiciones agrarias de Francia, Hungría, Turquía y Rusia, países muy importantes en la producción de trigo. El viaje sirvió para elaborar un muy documentado informe con el que el Gobierno dictó varios decretos encaminados a regular la producción, exportación e importación de cereales, así como a mejorar nuestras condiciones de competitividad, fijar estímulos y subvenciones y, a la vez, establecer aranceles para la protección de nuestra agricultura.
Tratado de paz
Elaboró docenas y docenas de informes cuya relación haría excesivamente largo el recuento de sus incontables méritos como funcionario público. Quizá es imprescindible señalar que formó parte de la Comisión que elaboró en París el Tratado de paz con los Estados Unidos, tras la guerra de 1898.
Pero no solamente en la actividad pública fue don Juan Blas un personaje eminente. En sus actividades privadas o hobbyes, nos encontramos con una persona apasionada por la Historia, cultivador de la investigación serena, científica y desapasionada.
Su campo histórico de trabajo fue la baja edad media y el comienzo de la moderna, época enormemente interesante pues de ahí parte la construcción de España como Estado unitario, al menos convencionalmente, pues es bien sabido que rigurosamente hablando en términos históricos esta afirmación no es exacta, pero indudablemente la época que mencionamos y que don Juan Blas estudió es el antecedente próximo de la unidad de España y se refirió a dicho periodo con la composición de las siguientes obras:
1910: 'Las Mujeres del Rey Don Pedro I de Castilla'. 1911: 'Proceso y muerte de Don Bernar de Cabrera'. 1913: 'Enrique IV y la Excelente Señora, llamada vulgarmente Doña Juana 'la Beltraneja'. 1913: 'El Monasterio religiosas Benedictinas de San Pelayo el Real' (Oviedo). 1914: 'El Monasterio de San Pedro el Real' (Madrid)
Hizo también alguna incursión en la época contemporánea mediante artículos de prensa y otros trabajos de menos altura, pero no podemos pasar por alto un opúsculo que dejó inédito y manuscrito sobre numismática, titulado 'Las Monedas Carlistas 1837-1885', que posteriormente, en 1987, publicó una editorial avilesina, con una tirada simbólica de 20 ejemplares, que hoy son ya una rareza bibliográfica. Igualmente dejó a sus herederos un importante legado sobre los judíos sefardíes, comunidades con las que estuvo muy relacionado, así como una copiosa correspondencia con personalidades ilustres, entre las que cabe destacar la familia Dreyfuss de Francia. Sería sumamente ilustrativo profundizar en sus desmitificaciones de los Reyes Católicos, del Rey Don Pedro I (llamado 'el Cruel') de doña Inés de Castro, heroína de dramas románticos falseadores de su personalidad y un largo etcétera.
No quedaría completo este breve y modesto trabajo, si no nos refiriéramos, aunque lo hagamos casi telegráficamente a su peripecia personal que es como sigue. Se casó en primeras nupcias con doña Josefa Aranda, viuda de Sempau, que ya tenía otro hijo, Antonio Sempau (persona también vinculada a la Real Compañía Asturiana de Minas). Fue padre de un solo hijo, a quien nos hemos referido. Enviudó de doña Pepita (como se le llamaba cariñosamente) y contrajo nuevo matrimonio con otra viuda, doña Pilar Murga Gómez, con quien no tuvo descendencia, enviudando también de ella el 28 de enero de 1915. Don Juan Blas falleció en Arnao el día 12 de junio de 1919.
 
 
Juan Blas Sitges y Grifoll, un sabio olvidado
Juan Blas Sitges y Grifoll, un sabio olvidado
 
Juan Blas Sitges y Grifoll, un sabio olvidado
 

lunes, 7 de enero de 2013

Temor a que un proyecto para construir 200 casas afecte a la fosa común del Pinar

La permuta de un terreno colindante con la tumba colectiva siembra la alarma entre las asociaciones que reivindican el respeto a la memoria histórica

Salinas,
Inés MONTES
La conservación de las fosas comunes del concejo, y sobre todo la del Pinar de Salinas, es una cuestión que preocupa a varias entidades que trabajan por el mantenimiento de la llamada «memoria histórica». En ese sentido, la permuta de terrenos que proyecta la Corporación castrillonense para evitar la construcción de un edificio en las dunas de El Espartal, ha avivado el temor a que la fosa común del Pinar se vea afectada. La alcaldesa, Ángela Vallina (IU), cuenta con el apoyo del resto de los grupos políticos municipales -el PP, Foro Asturias, el PSOE y el concejal no adscrito- para permutar una finca de las dunas de El Espartal propiedad de la empresa Aldergarten por otra de propiedad municipal ubicada en la margen derecha de la carretera de Salinas a San Juan a fin de que no se construya en la primera.

La fosa común localizada junto al área recreativa del Pinar fue la primera de Asturias en la que el Principado colocó un monolito identificativo, en febrero de 2011. La iniciativa la realizó después en otras fosas asturianas. En la placa del monolito puede leerse la leyenda «Memoria democrática de Asturias. En reconocimiento a los que perdieron su vida por la libertad y la democracia». En la fosa común del Pinar, los especialistas sostienen que puede haber unas 400 personas enterradas. Esa zona de Salinas fue uno de los primeros lugares utilizados para enterramientos por las tropas franquistas. No sólo alberga cadáveres de ciudadanos de Castrillón, también de personas de otros puntos de la comarca de Avilés. Los cadáveres se encontraron incluso en la década de los sesenta del siglo XX.

El proyecto edificatorio que Aldergarten presentó en el Ayuntamiento para desarrollar en la zona dunar pasará ahora a la margen derecha de la carretera, a un área limítrofe con la fosa y de ahí el temor a posibles daños a la misma. El proyecto prevé la construcción de unas doscientas viviendas repartidas en siete inmuebles de tres alturas. Asimismo, se prevé levantar un hotel con spa.