Los viejos raíles, localizados gracias a un vecino en un acantilado, han sido datados entre 1820 y 1830, con lo que son anteriores a los del trazado Barcelona-Mataró
21.03.2015 | 13:44
Inés MONTES Un hallazgo en las inmediaciones de la mina de la localidad asturiana de Arnao (Castrillón) cambia la historia del ferrocarril español, al recuperarse parte de un primitivo trazado ferroviario de principios del siglo XIX, anterior al de la célebre línea Barcelona-Mataró, considerado hasta ahora el primero de España. Los expertos sostienen que los raíles hallados en Arnao se corresponden con la patente que desarrolló John Birkinshaw en 1820. El viejo camino de hierro se encontraba sepultado bajo una gran capa de arcilla, en el acantilado junto a la mina de Arnao y a unos nueve metros de altura del mar. Los temporales invernales ayudaron a localizar los raíles al dejar al descubierto parte del terreno.
El yacimiento fue identificado gracias a la información proporcionada por un vecino de Arnao, José Luis Díaz Badallo. Otro vecino de la localidad, Ángel Muñiz, colaboró en el traslado de las piezas al Museo de la Mina de Arnao, donde se exponen en la actualidad.
Guillermo Laine e Iván Muñiz, directores técnico y cultural del Museo de la Mina de Arnao, respectivamente, que gestiona la empresa Sadim, del Grupo Hunosa, consiguieron datar el tramo de ferrocarril hallado con el asesoramiento del director del Museo del Ferrocarril de Asturias, Javier Fernández, y del ingeniero de caminos Juan Antonio Peláez. Creen que se instaló en Arnao entre 1820, fecha en que se patentó el sistema, y 1830.
"El ferrocarril de Arnao se anticipa en más de una década al trazado Barcelona-Mataró de 1848, considerado hasta ahora el primero de España y al de La Habana-Güines, entonces colonia española, que data de 1837. Con el hallazgo el ferrocarril de Arnao pasaría a convertirse en el más antiguo de España", señalaron Iván Muñiz y Guillermo Laine.
"Es una pieza extraordinaria dentro del patrimonio industrial español que se caracteriza por el empleo de una cabeza convexa que atenúa la fricción de la rueda, un alma en forma de cuña y la ausencia de patín en la base", añadieron.
Los técnicos relacionan el hallazgo con la fundación de la Real Compañía Asturiana de Minas de Arnao (RCAM) en 1833, una empresa con capital belga que aportó novedades tecnológicas fundamentales. No obstante, aunque los expertos sostienen que es más difícil de verificar, el primer ferrocarril de Arnao podría haber sido promovido por el avilesino Juan de la Biesca, que explotó la mina desde 1828 hasta que se concedió la licencia a la RCAM, cinco años después.
La importancia del descubrimiento, presentado ayer públicamente en la mina de Arnao, fue ratificado por la presencia en el acto del director general de Patrimonio Cultural de Asturias, Adolfo Rodríguez Asensio; la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, y la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, además de los portavoces de los grupos políticos municipales de Castrillón y directivos y técnicos de Hunosa y de Sadim.
La investigación sigue en curso y tanto el Principado como Hunosa y el Ayuntamiento de Castrillón, con la colaboración del Museo del Ferrocarril de Asturias, se han comprometido a cooperar para sacar a la luz una parte importante del primitivo ferrocarril minero de Arnao, aún sellado bajo la espesa capa de arcillas. "Hay otros indicios arqueológicos que permiten sospechar de la existencia de un espacio de explotación minera por descubrir en el que se encuadraría el ferrocarril, como una posible cuneta de desagüe y restos de edificios", concluyeron Laine y Muñiz.