Además de los destrozos en el espigón, la mala mar dañó varias escolleras del canal de entrada
La Autoridad Portuaria ha hecho un primer balance de los daños que la sucesión de temporales de las últimas semanas ha provocado en el puerto avilesino. Algunos de esos daños podrían obligar a nuevos dragados en el canal de entrada de la ría, toda vez que se estima que se podrían haber producido aportes de bancos de arena que afectaran a los fondos «de la barra y el canal de navegación» del puerto.
El estudio del alcance de esos posibles aportes es uno de los aspectos que abordó ayer el consejo de administración de la Autoridad Portuaria. En principio, los técnicos están a la espera de que mejoren las condiciones marítimas «para realizar las batimetrías» y comprobar el alcance de los posibles aportes de arena que pudieran comprometer la operatividad del puerto.
Esa circunstancia se sumaría así a los cuantiosos daños que ya ha sufrido el puerto desde el comienzo del año debido a la sucesión de temporales y alertas por el mal estado de la mar. Los más cuantiosos y evidentes fueron los que se produjeron en el espigón de San Juan, donde la fuerza de las olas «desmontó la escollera ubicada al inicio del mismo», lo que «hace imposible el acceso de vehículos y personas» a la punta. A ello se suma «la desaparición de bloques de protección» en el morro del espigón, y «al movimiento y desaparición» de más bloques en la zona media. En la estructura también «han aparecido asentamientos y grietas» y ha quedado completamente destruida una baliza de señalización.
A esos desperfectos, que tendrán que ser ahora reparados, se suman los daños sufridos en varias escolleras del canal de entrada del puerto, según se expuso en el transcurso de la reunión del consejo de administración celebrada ayer.
Con las prospecciones que se harán en el momento en que las condiciones marítimas lo permitan, la Autoridad Portuaria valorará también si a todas esas mejoras y reparaciones se tendrán que sumar nuevos dragados.
El resto de desperfectos conocidos en las últimas semanas en el puerto tienen un cariz menor, y se centran básicamente en el levantamiento de placas de la cubierta de varios tinglados de acopio de mercancías, sin mayores consecuencias.
Servicio de practicaje
Sin embargo, no son esos daños los únicos efectos adversos del temporal que han perturbado la actividad comercial del puerto desde que comenzó el año. De hecho, el mal estado de la mar obligó a cerrar el puerto durante quince días en ese periodo. Ocho de esos días en los que no hubo servicio de practicaje -sucedidos de manera alterna-, se produjeron a lo largo del mes de enero, mientras que los otros siete han tenido lugar en lo que va de febrero. El presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez Vega, explicó al término de la reunión del consejo de administración que esa circunstancia es «algo excepcional» que no se ha producido con tanta intensidad en las últimas décadas.
De todos modos, Rodríguez Vega señalaba ayer que pese a esos inconvenientes la actividad del puerto ha sido en las primeras semanas del año satisfactoria, toda vez que la gestión de los muelles y la ordenación de los amarres ha permitido mantener la operatividad portuaria sin que se hayan producido demoras reseñables.
Pero esa intermitencia que se ha venido dando en la actividad del practicaje ha dado lugar a que la ocupación de determinados muelles se haya visto saturada al acumularse esperas de amarres. Como ejemplo de esos problemas el propio presidente del Puerto puso el ejemplo de un buque que pudo amarrar ayer tras esperar desde el jueves a que se liberara el muelle adecuado.
Mejora de tráficos
Pero pese a todas esas incidencias, añadió el presidente del Puerto, las cifras de tráficos registradas el pasado mes de enero -y que también fueron analizadas en la reunión de ayer-, vendrían a evidenciar que la actividad portuaria ha sido razonablemente satisfactoria. Entonces, se movieron en los muelles avilesinos 513.838 toneladas frente a las 448.855 del mismo mes del año anterior.
Además, el grueso de ese incremento se produjo en los muelles de servicio que gestiona el propio Puerto -dársena de San Juan, Raíces y Valliniello-. En ellos, se pasó de 373.638 toneladas en 2013 a las 444.283 del mes pasado. Solo en los muelles gestionados por ArcelorMittal se conoció un descenso de tráficos de casi diez mil toneladas, hasta las 58.971 de este enero. En el caso del muelle de Alcoa, también se produjo un incremento de actividad de 6.289 toneladas en el arranque de 2013 a las 10.584 toneladas del mes pasado.
Al margen de esas cuestiones, el consejo de administración abordó también asuntos como la aprobación de una prórroga para un préstamo participativo suscrito en su día por el Puerto y el Puerto Seco Ventastur, así como del nuevo sistema de gestión de seguridad de las infraestructuras ferroviarias del puerto. Con ello, la Autoridad Portuaria viene a adaptarse al nuevo reglamento de seguridad en la circulación ferroviaria que pondrá en marcha el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias estatal (Adif). En el caso de los trazados y tráficos dentro del dominio público portuario, el administrador competente es el propio Puerto.