El espectacular incendio de una zona de matorrales obliga al desalojo de los vecinos próximos al Faro de Avilés
S. F. / A. P. G
Un espectacular incendio sembró la alarma anoche en la península de San Juan de Nieva, cerca del Faro de Avilés. Las llamas consumieron una amplia zona de monte bajo de la cantera y cercaron dos viviendas próximas. «Sentí mucho miedo, las llamas por momentos eran muy altas», indicó Candi González Díaz, propietaria de una de las casas cercanas al núcleo del fuego. «En invierno no se invierte en prevención y ahora hay que pagar en extinción», indicó uno de los testigos del siniestro que comenzó pasadas las 20.30 horas de la tarde de ayer.
La maleza y el matorral cercano al Faro de Avilés comenzó a arder por causas que permanecían sin determinar al cierre de esta edición. Los vecinos de la zona aseguraban no obstante que las llamas comenzaron en unas bolsas de basura. Los clientes del bar Mar-Isla, en la playa del Arañón, a pocos metros de la zona de peligro, alertaron a los Bomberos de Asturias. «El fuego avanzaba de una manera espectacular», señaló Maricruz Menéndez, la propietaria del local. La brisa que soplaba anoche en la zona ayudó a incrementar la alarma. «Los clientes avisaron a un pescador para que se llevara el coche», continuó la hostelera. «Menos mal», añadió con alivio. Uno de los momentos más graves se vivió cuando el fuego rodeó una torre eléctrica.
Candi González Díaz y su marido Demetrio Fernández habían salido de casa media hora antes de que se iniciase el fuego y cuando paseaban por Salinas recibieron la llamada de una vecina, Aurina González. «Vimos las llamas ya desde la carretera cuando veníamos y nos asustamos. Hace treinta años hubo un incendio parecido y se quemaron las persianas de casa. Por eso construimos un cortafuego», relató la propietaria. Ese cortafuegos contribuyó a controlar el incendio y todos los vecinos se ofrecieron para sofocar las llamas. En un principio, los bomberos pidieron a los residentes que cerraran las ventanas. Al avanzar las llamas los bomberos les pidieron que abandonaran sus viviendas.
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Tres camiones autobomba se desplazaron a la zona, además de agentes de la Guardia Civil y policía portuaria. Fue también necesaria la ayuda de una cuadrilla de cuatro agentes forestales de la empresa Foresma. Pasadas las 23.00 horas los bomberos daban por controlado el espectacular incendio, pero las llamas quedaron a las puertas del faro. «Menos mal que aún estaba verde la maleza; más avanzado el verano habría sido peor», lamentaron los vecinos.
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