viernes, 12 de julio de 2013

Una larga lista de naufragios en el Cantábrico

29.12.07 -

La costa asturiana ha sido escenario de numerosos naufragios a lo largo de la historia. Algunos con final feliz, pero muchos con dramáticas consecuencias. Especialmente trágica fue la galerna registrada entre los días 12 y 15 de julio de 1961, que dejó 92 fallecidos y 14 buques hundidos en todo el Cantábrico. La tempestad afectó a cinco barcos asturianos, en los que murieron 24 personas; entre ellos la merlucera 'La Fea', con base en Avilés, en la que faenaban cinco marineros; fue el único pesquero accidentado que ningún otro barco vio ni detecto durante la galerna.

En los últimos veinte años ha habido otros naufragios, como el del barco avilesino 'Hermanos Ezquiaga', que se perdió en febrero de 1987 entre los caladeros de El Agudo y El Cachucho. La esposa del patrón y armador dio la voz de alarma cuatro días después de que el barco saliera a faenar. Nunca se recuperaron los cuerpos de sus seis tripulantes.

El cabo de Cudillero fue escenario en 1995 del hundimiento de 'El Marqués de Jove', en el que fallecieron sus cuatro marineros. Cinco años después, en noviembre de 2000, un hombre perdió la vida al ir a pique el pesquero gijonés, 'Casal I', junto al espaldón del dique de Santa Catalina. El marinero fue rescatado con vida, como sus dos compañeros, pero falleció poco después en el Hospital de Cabueñes.

Un mes más tarde, el 'Anis', un rampero con base en Avilés, se escoró a 25 millas al noroeste de Gijón antes de que fuera engullido por el Cantábrico; sus cuatro tripulantes fueron rescatados por otro arrastrero.

En julio de 2002, dos pescadores de Tapia de Casariego fallecieron al volcar la embarcación en la que faenaban, 'Nuevo Cacharelo', a una milla del puerto; el tercer tripulante logró salvar la vida al agarrarse a una boya.

Más recientes son otros naufragios, como el sufrido en junio de 2006 a once millas al norte de Cudillero por el pesquero 'Fátima del Mar', con base en ese puerto. Sus tres ocupantes fueron rescatados sanos y salvos de madrugada por otro barco pixueto, el 'Nuevo Michel', justo antes de que se hundiera.

También el pasado año, en septiembre, otro accidente acabó con final feliz. El pesquero 'Hermanos Pola' se hundió a una milla de la vertical de Aboño en su regreso a El Musel. Sus cuatro ocupantes, que habían salido a recoger ocle, fueron rescatados por el 'Costa Brava'.

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