"Pensar que se va a cerrar a la pesca es una completa barbaridad", asegura Cristobo Rodríguez, director del Centro Oceanográfico de Gijón
28.05.2014 | 21:17
EFE El director del Centro Oceanográfico de Gijón, Francisco Javier Cristobo Rodríguez, ha subrayado esta tarde que en el Cañón de Avilés, que llega a tener una profundidad de más de 5.000 metros, habitan especies desconocidas para la comunidad científica, a las que hay que dar un nombre.
"Estamos describiendo todavía muchos hábitats que no se conocían tanto y especies que son nuevas para la ciencia, es decir que nadie las había descrito hasta ahora y por lo tanto nosotros les tenemos que dar un nombre científico para su conocimiento", ha añadido el biólogo.
Cristobo Rodríguez ha pronunciado esta tarde en el Palacio de Valdecarzana una conferencia sobre la importancia ecológica del Cañón de Avilés, del que ha destacado que "es excepcional" y lo ha calificado de "enclave único".
"En realidad es un sistema complejo de cañones con muchas derivaciones que no tiene parangón en la costa española y es uno de los principales del mundo, sólo hay que imaginarse el Gran Cañón de Colorado pero sumergido", ha explicado el científico.
Francisco Javier Cristobo Rodríguez también se ha referido a la polémica sobre si se podrá faenar en esa zona o quedará vedada para los pescadores de Asturias.
"No solamente es compatible si no que es lo que se va a hacer, pensar que el Cañón de Avilés se va a cerrar a la pesca es una completa barbaridad", ha subrayado Cristobo Rodríguez.
El Cañón de Avilés no va a ser un área marina protegida, sino un lugar de interés comunitario, "y eso quiere decir que las actividades pesqueras se pueden seguir manteniendo bajo un plan de gestión consensuado".
Ese plan de gestión se llevará a cabo entre los próximos seis años y contará con la opinión del sector pesquero.
"Algunas zonas pueden estar protegidas por normativas europeas de obligado cumplimiento porque hay ecosistemas vulnerables, pero no quiere decir que todo el Cañón esté repleto de arrecifes de coral ni enclaves protegibles, porque es muy amplio", ha explicado el biólogo.
Hoy, precisamente, una expedición científica zarpaba rumbo hacia El Cachucho, una montaña submarina situada frente a la costa asturiana, a bordo del buque del Instituto Español de Oceanografía "Ángeles Alvariño", con un robot submarino a bordo.
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