La exposición "Portus" narra la evolución del puerto avilesino desde el Medievo hasta la actualidad, un viaje en el tiempo salpicado de curiosidades a pie de muelle
Amaya P. GIÓN El batir del agua de la ría contra los muelles y los sonidos que envuelven la actividad portuaria reciben en la cúpula delNiemeyer al visitante de "Portus", la muestra que conmemora el centenario de la Autoridad Portuaria de Avilés. Adentrarse en el espacio semicircular del complejo de la ría sume a quien se adentra en él en un viaje a través de la historia de una ciudad que se hizo a sí misma entorno a un estuario y a un puerto; unos muelles a los que llegaba la sal y que ahora mueven alrededor de cinco millones de toneladas de graneles y mercancía al año.
Lo primero que despierta la atención es un inmenso plano general de la ría y del puerto de Avilés que a modo de alfombra recoge el plan de obras de mejora del puerto de 1916. A su alrededor se puede ver la secuencia de la historia reciente. Fotos aéreas del último siglo muestran cómo ha evolucionado el paisaje a medida que los muelles fueron creciendo y modernizándose con el paso de las décadas. Y las dos alas del edifico detallan la transformación de las dos márgenes de la ría: a un lado, el paso de la emigración americana (destaca una baúl mundo con etiqueta de la Compañía Trasatlántica, procedente de la Casa Mana de Villalegre) al puerto carbonero y hasta la dársena de San Juan de Nieva; al otro, la desecación de los humedales y la construcción de los muelles de las grandes industrias públicas.
Para seguir un recorrido cronológico de la muestra, lo recomendable es subir las escaleras y comenzar la visita en la parte superior de la cúpula, espacio reservado a las joyas de la exposición. Avilesinos y visitantes pueden contemplar la confirmación del fuero por Alfonso VII en 1155, los documentos originales que hicieron de Avilés la primera villa cantábrica en recibir la protección regia mediante todo tipo de privilegios y facilidades al tráfico marítimo. También el "Liber Testamentorum" del Archivo de la Catedral de Oviedo, copiado hacia 1120 y que contiene la referencia escrita más antigua al nombre de Abilies. Y un pergamino de 1188 en el que Fernando II dona a la catedral de ovetense un tercio de las rentas que cobra del "portus" de Avilés, la noticia más antigua de los muelles locales.
"Portus" está repleta de curiosidades. Entre ellas, un documento que explica el conflicto que atravesó el puerto en 1320 por la descarga de mercancías y que se resolvió con un aumento de salarios; u otro de 1488 en el que los Reyes Católicos ordenan investigar el estado del puente y del muelle de Avilés, antes de autorizar su reparación.
La actividad pesquera también tiene un hueco en la exposición: desde el desarrollo de la industria conservera a mediados del siglo XX (representada con etiquetas de varias firmas radicadas en Avilés y en una lata de anchoas), pasando por el proyecto del puerto pesquero en 1975, hasta las modernas instalaciones de la lonja actual.
La exposición permanecerá abierta al público hasta el 10 de enero de 2016, pero algunas piezas y documentos, como el Fuero de Avilés, estarán expuestos de forma temporal. El acceso cuesta dos euros y los miércoles la visita es gratuita.
"Portus" es la joya del centenario de la Junta de Obras del Puerto y un viaje milenario a pie de muelle
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