viernes, 3 de junio de 2011

El monasterio de Santa María de la Merced (siglo XV)

 


En el verano del año 2005 dieron comienzo los primeros trabajos en el yacimiento arqueológico de Raíces (Castrillón), que han dado como resultado la recuperación de un asentamiento monástico del siglo XV: el monasterio de Santa María de la Merced.



Para conocer en detalle todo lo que podemos encontrar en el lugar, nada mejor que leer atentamente las explicaciones que Alejandro García e Iván Muñiz, directores de las excavaciones, hicieron públicas en un artículo publicado en La Nueva España en febrero de 2006:

El pasado altomedieval (siglos X-XII)
Entre los siglos X y XII se construye en un espacio de dunas bañado por el mar una primitiva iglesia de Santa María, cuya primera cita se recoge en un documento fechado en el año 905. Esta iglesia va a ser concedida antes de 1181 a la orden de Santiago, junto con un coto o término jurisdiccional adscrito. No se han podido localizar vestigios arqueológicos de esta fundación, que seguramente presentaría una construcción muy modesta. Por otra parte, los análisis arqueológicos han llevado a refutar la atribución románica de la triple arquería correspondiente a una sala capitular. Dicho capítulo era asociado a la llegada santiaguista.

La fundación del eremitorio franciscano (siglo XV)
Damos un amplio salto en el tiempo y nos situamos en las primeras décadas del siglo XV. En torno al año 1413, un noble de Avilés, Fernando González de Oviedo, funda en el lugar un eremitorio franciscano. Los análisis arqueológicos han llevado a la localización de un alto porcentaje de estructuras originales del siglo XV, que representan la fase más antigua conservada. Entre las dependencias estudiadas se cuentan la nueva iglesia de Santa María de Raíces, levantada en estos comienzos de la decimoquinta centuria; la sala capitular, a la que corresponde la triple arquería de medio punto; como hallazgo de gran importancia se suma el espacio palaciego, con la fachada nobiliaria blasonada por el escudo de los González de Oviedo; finalmente, hemos de añadir un sector de claustro que ha sido reaprovechado por los distintos caseríos de Raíces Viejo. Labores de recuperación de la fachada palaciega construida a comienzos del siglo XV. Para estas obras se emplearon canteras situadas en las inmediaciones, de las que se extrajo principalmente arenisca, utilizada tanto para la fábrica pobre de mampuestos como para los elementos arquitectónicos de mayor dignidad, donde se sirvieron de sillares muy bien trabajados.

La fase mercedaria (siglos XV-XVI)
A mediados del siglo XV los frailes franciscanos son expulsados y en su lugar ocupan el eremitorio de Raíces los frailes mercedarios. Son ellos los que dotan al conjunto del nombre con el que va a ser conocido a partir de entonces: monasterio de Santa María de la Merced. En el siglo XVI se levanta una nueva fachada monumental, que cuenta con un impresionante trabajo de sillería en la puerta de entrada, coronada por la celda del comendador y el escudo de la Merced. A esta fase corresponde igualmente la transformación de la sacristía eclesiástica en panteón funerario de la familia Alas Pumariño, bajo denominación de capilla de Nuestra Señora de la Luz.

El abandono: los orígenes de Raíces Viejo
A fines del siglo XVII los frailes mercedarios se trasladan al nuevo convento situado en el barrio avilesino de Sabugo. La capilla de la Luz mantiene las funciones funerarias hasta comienzos del siglo XIX. Pero los nuevos protagonistas son los campesinos de Raíces, que ocupan las dependencias y cultivan las tierras mercedarias. En el siglo XIX, los bienes monásticos son desamortizados y adquiridos por los propios vecinos del lugar. Las estructuras del eremitorio son reaprovechadas en los nuevos caseríos, algo que ha permitido conservar intacta gran parte de las construcciones monásticas más antiguas.








Petrus

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