A primera hora de hoy se reanudaba el operativo de rescate, que centra las tareas de rastreo en las proximidades del barco tras quedar descartado que los cuerpos se encuentren en el interior
19.03.2014 | 20:29
Myriam MANCISIDOR / AGENCIAS La búsqueda de los dos tripulantes que continúan desaparecidos diez días después de que naufragase el pesquero Santa Ana frente al Cabo Peñas ha quedado hoy suspendida sin que los buzos ni las lanchas, medios aéreos y personal de tierra haya encontrado rastro de ellos.
De los nueve tripulantes que llevaba el Santa Ana cuando naufragó aún permanecen desaparecidos el gallego Manuel María Tajes (mecánico) y el contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga.
El trabajo de los buzos, que a partir de mañana se verán reducidos a la mitad, se reanudó a primera hora en las proximidades del barco tras quedar descartado ayer que los cuerpos de los dos tripulantes estuvieran en el interior del pecio.
Tras tres inmersiones, el trabajo de los buzos de Salvamento y de la Guardia Civil quedó suspendido a las 12:30 horas dado que el estado de la mar fue empeorando e impedía el trabajo de los especialistas con seguridad.
Fuentes de la Guardia Civil han informado a Efe de que los buzos ampliaron la zona de búsqueda en dirección a la costa siguiendo las corrientes que presumiblemente podrían haber arrastrado los cuerpos.
Su trabajo continuará mañana, si bien sin la presencia de los quince integrantes del Equipo de Buceo Técnico Avanzado a Gran Profundidad de los GEAS, que volverán a su base y dejarán el rastreo en manos de los buzos de la Guardia Civil de Asturias y de Salvamento Marítimo.
Los familiares de los dos tripulantes desaparecidos que aún permanecían en Avilés también han regresado hoy a sus domicilios, tras haber facilitado muestras de ADN.
Guardia Civil y Salvamento Marítimo han intensificado la búsqueda con sus medios aéreos y de superficie, atendiendo a las corrientes marinas.
Hasta ahora se había insistido en el interior del barco, de donde se han recuperado cuatro cuerpos desde el viernes, ya que el único superviviente, el gallego Manuel Simal Sande, segundo patrón del barco, relató que la tripulación se encontraba durmiendo cuando se produjo el accidente.
El remolcador Alonso de Chaves se ha mantenido en la zona del pecio, mientras que la Salvamar Rígel ha centrado su búsqueda entre Cabo Peñas y Cabo San Lorenzo, y la Salvamar Capella, entre Muros del Nalón y la zona donde se produjo el naufragio.
La Guardamar Concepción Arenal ha rastreado el mar entre Lastres y Unquera, mientras que la patrullera Río Nalón de la Guardia Civil lo hizo entre Cabo San Lorenzo y Colunga.
Por aire, el avión Sasemar 103, centró hoy la búsqueda entre la desembocadura del Nalón hasta el límite con Cantabria, rastreo en el que relevaron también los helicópteros de Bomberos de Asturias, Guardia Civil y Helimer 203.
Efectivos de Protección Civil, Guardia Civil y Cruz Roja rastrearán a pie playas y costa entre San Esteban de Pravia y Llanes.
Los buzos descartan que haya más cuerpos en el "Santa Ana"
El gallego Manuel María Tajes Lestón y el portugués Víctor José Farinhas continúan desaparecidos, y sus familias escucharon ayer, por boca del capitán Carlos Martínez, el peor de los pronósticos: "Dentro del pecio no se ha encontrado ningún cadáver". Los profesionales de salvamento destacaron la posibilidad de que los cadáveres "adquieran flotabilidad" y emerjan en esta jornada, cuando se cumplen diez días del hundimiento del arrastrero "Santa Ana" junto a la isla de La Erbosa, en el cabo Peñas.
"Se ha revisado el barco a fondo. Hoy (por ayer) entraron doce buceadores a la sala de máquinas, y alguno de ellos ha salido con ronchas en la cara por el gasoil que había dentro. Pero confirmamos que dentro del barco no se encuentra nadie", explicó Martínez, que unas horas antes había definido la sala de máquinas como "un infierno con un enjambre de tuberías". El trabajo en esta zona, precisó, fue más sencillo de lo esperado por una maniobra conjunta de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil. "Hemos podido limpiar un poco la zona de fuel y limo y hemos tenido un poquito más de visibilidad, por eso las maniobras han sido más rápidas", confesó.
Las labores de búsqueda, agregó, se intensificarán (los helicópteros y la avioneta de salvamento lleva sobrevolando el lugar del suceso desde el pasado lunes) ahora por superficie y por los alrededores del pecio siguiendo los rastros de las corrientes que ha habido en los últimos días. Ayer cuatro buceadores ya se dejaron llevar por la corriente y batieron durante aproximadamente un kilómetro y medio la zona próxima al naufragio siguiendo los restos del material desescombrado en los últimos días. "Ahora mismo todos los restos del naufragio van hacia la zona del cabo Peñas y no se encontró nada", reiteró. Hoy continuarán las mismas operaciones en las que participarán tanto submarinistas de Salvamento Marítimo como de la Guardia Civil.
El capitán Martínez descartó volver a entrar al pecio. "Existe mucho riesgo para los buceadores. A partir de mañana (por hoy) la mar ya se pone en condiciones que harían prácticamente imposible entrar dentro del barco por medidas de seguridad. Hasta ahora el trabajo ha sido intenso, duro y la gente está agotada", recalcó. La predicción meteorológica anuncia para esta jornada marejadilla aumentando a marejada con áreas de fuertes marejada durante la tarde, y mar de fondo del noroeste de un metro aumentando a dos. El capitán señaló que fuera del pecio, aún con fuerte oleaje, los buceadores corren menos peligro de sufrir heridas o contusiones.
"Nuestra intención es batir zonas amplias", dijo. Actualmente trabajan en el operativo de rastreo 28 buzos. Guardia Civil trabajará codo con codo con Salvamento Marítimo para recuperar los cuerpos del gallego Manuel María Tajes Lestón y el portugués Víctor José Farinhas. El jefe de Operaciones de Salvamento Marítimo, Joaquín Maceiras, avanzó que su equipo de buzos apoyará a los agentes de la Guardia Civil. Mantendrán además los medios de rastreo de superficie (embarcaciones rápidas y patrulleras) y aéreos (rondas de helicópteros y también la avioneta). "También hemos solicitado a Protección Civil que amplié la zona de búsqueda", dijo.
Salvamento Marítimo cumple con su trabajo de acuerdo a unos protocolos de actuación. En casos como el hundimiento del arrastrero "Santa Ana", los profesionales rastrearon la zona afectada los tres primeros días con intensidad. "Luego la búsqueda es más selectiva y a partir del octavo o noveno día se reintensifica la búsqueda. Este es el protocolo habitual y el que vamos a mantener ya que tenemos claro que dentro del pecio no hay tripulantes", manifestó.
En cuanto al radio exacto de búsqueda, el jefe de Operaciones de Salvamento Marítimo explicó que harán especial hincapié en los alrededores del pesquero hundido junto a la isla de La Erbosa. "La meteorología, las corrientes y la oceanografía influyen en cualquier caso", recalcó. Aclaró que son los profesionales de la torre de control los que preparan a través de un programa informático las rutas de rastreo, una vez que reciben información meteorológica y oceanográfica de primera mano. "Calculan los puntos de probabilidad y además nos indican otras posibilidades según las condiciones reinantes. Según el radio que nos de esa programa, que probablemente ahora ya estará próximo a Cantabria, se buscará en las zonas donde exista más posibilidad de encontrar algo", justificó.
Las operaciones de rastreo del pesquero comenzaron, ayer, como cada día desde hace diez, al amanecer. A primera hora de la tarde, los buceadores aún revisaban la zona de camarotes de proa donde se estimaba que podían estar los dos tripulantes todavía desaparecidos (en el buque viajaban nueve marineros: sólo uno de los que estaban a bordo salió con vida y seis cuerpos fueron recuperados). Luego todo ocurrió muy rápido. En pocas horas (de las 14.30 a las 20.00 horas) los profesionales tuvieron tiempo, como confirmó el capitán Martínez, de revisar los camarotes, el pañol de víveres, la sala de máquinas y los alrededores del pecio. Nadie tuvo conocimiento de lo que ocurrió dentro del barco mientras surgían continuos rumores del hallazgo de un posible cadáver en el buque, motivados por las maniobras protagonizadas por las lanchas que participan en el rastreo. El capitán Martínez lo desmintió. La jornada concluyó para los buceadores con una fotografía de grupo en el remolcador "Alonso de Chaves" y la triste noticia para las familias de los dos marineros todavía desaparecidos.
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