Eduardo Pena destaca que todo fue muy rápido: "No llevaban ni chalecos; estaban agarrados a lo que podían"
18.04.2014 | 05:20
Avilés, Francisco L. JIMÉNEZ El patrón del arrastrero portugués "Mar da Galega" con base en Muros, el gallego Eduardo Pena López, fue el primero que alertó a los servicios de salvamento marítimo del naufragio del también arrastrero "Mar Nosso" y el primero, igualmente, que puso la proa de su barco en dirección a la catástrofe: "Estábamos pescando xarda, en plena operación de recogida del aparejo, cuando divisamos un bulto flotando a unas dos millas de nuestra posición: era la quilla del "Mar Nosso". El barco, por lo visto, se había dado la vuelta. De inmediato avisamos por radio a la torre de salvamento y nos acercamos a toda máquina al lugar temiéndonos lo peor".
Las sospechas de la tripulación del "Mar da Galega" se confirmaron al llegar al punto donde el "Mar Nosso" flotaba volcado, con "la quilla al sol" como se dice entre los marinos. "Recogimos a siete hombres, estaban en las últimas y agarrados a lo que podían: maderas, corchos... Todos estaban tiritando por el frío, dos especialmente mal, y los otros cinco no mucho mejor. Los subimos al barco y después se los llevó la gente de Salvamento Marítimo", relató Eduardo Pena minutos después de atracar su barco a las 9 de la tarde en el puerto pesquero de Avilés e iniciar la descarga de las capturas del día.
Según el relato de este improvisado rescatador de los supervivientes del "Mar Nosso", "no debió darles tiempo a nada cuando el barco se perdió porque no llevaban puestos ni chalecos salvavidas; seguían vivos porque se habían podido agarrar a cosas que flotaron". Según su estimación, "llevaban más de una hora en el agua y estaban casi en las últimas". La rapidez con que se debieron desarrollar los acontecimientos explicaría, asimismo, la ausencia de llamada de socorro por parte del patrón en apuros, un aviso que hubiera puesto en alerta de inmediato a todos los pesqueros que faenaban por la zona.
El patrón del "Mar da Galega" aseguró, ya en tierra, que los supervivientes "no contaron gran cosa" de las razones del naufragio del "Mar Nosso" y, preguntado sobre su parecer sobre el accidente, se encogió de hombros: "Es bastante inexplicable; la mar estaba calma y, salvo un poco de niebla, el día se presentaba plácido". El marino, patrón de un barco similar al hundido, tampoco daba mucho crédito a la teoría de una posible desestabilización del barco en el momento de izar el aparejo por un exceso de carga en la bolsa donde se almacena el pescado.
Eduardo Pena, que nunca antes se había visto implicado en un naufragio ni en un rescate, expresó sus condolencias por las víctimas, a las que apenas conocía al tener base en otro puerto pero con las que compartía, según resaltó, "el medio de vida".
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