La Autoridad Portuaria proyecta obras compatibles con la protección patrimonial del antiguo templo y la dedicará para uso de los estibadores
09.04.2014 | 09:54
E. CAMPO La iglesia de San Juan de Nieva, obra del arquitecto Ignacio Castelao, tendrá una nueva vida después de seis años sin uso al quedar su parcela embebida en los terrenos portuarios. La Autoridad Portuaria proyecta una reforma, respetuosa con la singularidad de este edificio, para convertir el antiguo templo -desacralizado desde 2008- en edificio para el personal de estiba. Así, el proyecto de rehabilitación que prepara el Puerto incluirá despachos, duchas y vestuarios necesarios para el trabajo diario de la plantilla de estibadores.
La singularidad de este edificio, de cubierta parabólica como si fuera un barco invertido, le confirió la catalogación, por parte del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias, de "Arquitectura de Autor Representativa de una época Concreta". Esta decisión, tomada en junio de 2008, evitó que la idea de derribar el edificio fuera una posibilidad seria. La Autoridad Portuaria había valorado esa idea en su día, pero la ratificación por parte de la Consejería de Cultura de la exigencia de conservar el edificio lo impidió. La iglesia se encuentra en terrenos de titularidad portuaria, y está ubicada exactamente sobre el límite de los consejos de Avilés y Castrillón.
La obra que ahora proyecta la Autoridad Portuaria, presidida por Santiago Rodríguez Vega, incluye tanto la subsanación de desperfectos como la adecuación del edificio para los nuevos usos. Tras seis años en desuso, la iglesia presenta grietas y humedades en el interior, ausencia de carpinterías interiores, desconchados de carga y pintura en las fachadas exteriores, humedades, grietas y mal estado de cubierta en los soportales y cerrajería exterior en mal estado. Además de reparar estos desperfectos, en los laterales de la edificación, antigua sacristía y despacho parroquial, se ubicarán duchas y aseos. En otros laterales antiguamente destinados a almacenes irán los despachos, y finalmente en el cuerpo principal de la edificación se colocarán las taquillas y vestuarios, que necesitarán un grado mínimo de intervención en el edificio.
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