17.04.14 - 00:18 -
Desde el punto de vista geológico, Castrillón tiene mucho que contar. Tal y como publicaba ayer LA VOZ, parte de la historia está enterrada en Arnao, y el hallazgo ha servido para confirmar que el litoral castrillonense es una de las joyas de la corona del Devónico. De hecho, el Instituto Geológico y Minero de España considera que los yacimientos de Arnao son uno de los Puntos de Interés Geológico (PIG) del Paleozoico de España que podría llegar a ser Patrimonio Natural de la Humanidad.
Toda su historia, y más concretamente la plataforma y el arrecife de Arnao han llamado la atención de paleontólogos y geólogos en los últimos años. No en vano, «el patrimonio geológico y palentontológico del municipio reúne unas características que hacen de él uno de los más importantes de Asturias y de España», tal y como se recoge en el estudio 'El patrimonio natural y cultural de Castrillón: geología, fósiles e historia minera' de Miguel Arbizu, profesor del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, coautor, junto con Isabel Méndez-Bedia, del documento.
Los expertos han tratado de poner de relieve el interés de los yacimientos y la necesidad de protegerlos, precisamente «por la diversidad faunística que refleja la riqueza de los mares de Asturias de hace 400 millones de años, por la gran abundancia de fósiles y su magnífica conservación», así como las «excepcionales» condiciones de exposición de algunos de los yacimientos, su historiografía y «su deterioro y expolio en los últimos años», tal y como recoge el estudio.
El documento de Arbizu y Méndez-Bedia señala que los grupos de macrofósiles más importantes del Devónico en Arnao son, por su volumen, abundancia y variedad de especies, aquellos organismos 'constructores' de arrecifes, «formas que muestran una gran plasticidad morfológica desarrollando distintos hábitos de crecimiento». De hecho, se aprecian corales rugosos solitarios, tabulados y coloniales, así como estromatoporoideos -ramificados, en definitiva- en los distintos conjuntos. Les siguen, en orden de importancia, los fósiles crinoideos, conocidos como 'lirios de mar', que precisamente se corresponden con los fósiles más llamativos de la plataforma. El de los invertebrados marinos constituye el conjunto de fósiles más numeroso, tanto por la cantidad de individuos como por su diversidad específica, porque poseen una concha con dos valvas de distinta morfología y pueden llegar a ser confundidos con los bivalvos.
Y, también según el estudio del Departamento de Biología de la Universidad de Oviedo, la gran mayoría del material figurado procede de los dos yacimientos principales de Castrillón, la plataforma y el arrecife de Arnao. Además de la gran cantidad de fauna fósil «hay que destacar la buena conservación de estos fósiles de hace 400 millones de años y su exposición en amplias superficies de estratos gracias a la posición subhorizontal de las capas aflorantes». Ambas cuestiones han permitido que los paleontólogos abordasen diferentes estudios sobre las relaciones entre las diferentes especies y el medio que habitaron.
El documento también hace mención a otros estudios paleoecológicos que han permitido conocer la evolución y el desarrollo de las comunidades marinas. En concreto, se refiere a tres conjuntos litológicos diferentes, y ahí es donde aparecen los distintos fósiles.
El último hallazgo son restos de árboles petrificados, fósiles de hasta tres metros de longitud y puede que hasta de 300 millones de años de antigüedad, cuando la tierra ya había emergido del mar. Están esparcidos en la línea de orilla en bajamar, y a la simple vista de unos ojos profanos pueden parecer uno más de los troncos que el mar deposita en la playa. Es piedra integrada en la gran losa de Arnao, un santuario para los estudiosos del Devónico y el Carbonífero, como geológicamente se conocen aquellos remotos tiempos.
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